Tremendo palo el que se ha llevado la Federación Vasca de Pelota. Se las prometían muy felices para ser reconocidos como miembro de pleno derecho de este deporte, pero la Federación Internacional de Pelota Vasca le ha dejado fuera. Ni siquiera se produjo la votación que estaba dentro del orden del día y en la que se pondría sobre la mesa cambiar los estatutos para incluir a Euskadi como miembro de pleno derecho. La votación tendría lugar este sábado 29 de julio. Gracias al trabajo de Julián García Ángulo, presidente de la Federación Española de Pelota y a un informe jurídico, la votación no se llevó a cabo y las esperanzas de independencia de la Federación Vasca de Pelota se diluyeron como un azucarillo.
La Federación Vasca de pelota se frotaba las manos tras la aprobación de la nueva Ley del deporte, en la que se apunta que pueden adquirir la oficialidad aquellas agrupaciones que cuenten con "arraigo histórico y social" en su respectiva comunidad autónoma. También podrán aspirar a ese estatus cuando la federación en cuestión "hubiera formado parte de la federación internacional antes de la constitución de la española". Dos requisitos que la Federación de Pelota Vasca cumple y que consideraban suficientes para que la Federación Internacional de Pelota cambiara sus propios estatutos y le concediera la independencia de la Federación Española para ser tratada como miembro de pleno derecho.
La Federación Internacional de Pelota Vasca dejó claro con un escrito el motivo por el que se había cancelado la votación: "La suspensión del trámite interno para reconocer a Euskadi como federación nacional se ha motivado por el único interés de mantener unida a la Pelota Mundial".
Euskadi se queda con los miel en los labios y no consigue su ansiada independencia en el mundo de la Pelota Vasca.