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El carpooling y el carsharing

Compartir coche, la nueva manera de ahorrar al volante

Las plataformas en internet están convirtiendo esta práctica en la mejor opción para ahorrar tanto en el trayecto al trabajo como a la hora de viajar.

Las plataformas en internet están convirtiendo esta práctica en la mejor opción para ahorrar tanto en el trayecto al trabajo como a la hora de viajar.
Imagen de un vídeo promocional de Bla bla car

La situación económica actual y la existencia, cada vez más, de numerosas plataformas para compartir coche han convertido esta opción en la mejor alternativa para aquellos que prefieren evitar los altos costes de algunos medios de transporte y ahorrar a la hora de desplazarse a la oficina, a otras ciudades por trabajo, así como también para viajar.

Además de las empresas que se dedican a conectar a millones de usuarios interesados en compartir vehículo, "carpooling", ahora han surgido nuevas opciones como la del "carsharing", que consiste en alquilar un coche por minutos u horas a precios muy económicos y sin tener que pagar por la gasolina o el parking. Pero, ¿cómo funcionan estas compañías?

Las plataformas de "carpooling" o compartir coche funcionan como una red social con miles de usuarios registrados, unos son conductores y otros pasajeros. El conductor anuncia su ruta o viaje en la web, las plazas disponibles en su vehículo y el precio; y el pasajero, si está interesado, sólo tiene que contactar con el conductor a través de la plataforma. Algunas plataformas tienen la posibilidad de incluir referencias sobre los usuarios, como por ejemplo sus aficiones, si fuman o si son habladores, información muy útil si realizamos un viaje largo y vamos a compartir coche durante varias horas.

La plataforma Blablacar es la más conocida y con mayor número de usuarios registrados, pero también existen otras como Amovens, para empresas, universidades, eventos, administraciones y festivales; Shareling, para viajes internacionales; Compartir, una red de municipios, empresas y organismos para fomentar el servicio de compartir coche; o Busvao, para trayectos cortos, con mucho tirón en Madrid.

Sin embargo, a pesar de las ventajas que conlleva la práctica de "carpooling" y estar considerada dentro del marco legal por el Ministerio de Fomento, esta no ha levantado muchas simpatías entre las agrupaciones profesionales. La Federación Nacional de Transporte de Autobús (Fenebus), por poner un ejemplo, considera que el servicio que ofrecen las plataformas para compartir coche perjudica seriamente los intereses de los usuarios.

Y otra compañía que ofrecía un servicio similar y que acabó cerrando en España por orden de un juez es Uber. Cabe mencionar que a diferencia de las plataformas antes mencionadas, la compañía californiana ofrecía, a través de un aplicación móvil (UberPop), un servicio remunerado de transporte con conductor privado sin que éste tuviera licencia para hacerlo. Esto es, el servicio permitía que conductores particulares pudieran ofrecer su vehículo a través de la aplicación móvil, donde los usuarios podían solicitar un trayecto y pagar desde la misma aplicación, lo que suponía una competencia desleal al gremio de los taxistas.

Al contrario de lo que hizo Uber, la start-up española Cabify ofrece un servicio similar pero dentro de la legalidad. La compañía, que por ahora solo opera en Madrid y Barcelona, permite al usuario solicitar un vehículo de alta gama a un precio muy competitivo, lo que le ha convertido en poco tiempo en una amenaza para el taxi tradicional.

Otro caso diferente son las compañías de "carsharing", esto es, compartir coche con otros conductores, y que funcionan como alternativa al coche privado y al de alquiler. Una vez te registras en la plataforma y tienes la tarjeta de usuario, puedes buscar el coche más cercano a tu ubicación a través de un aplicación móvil e introducir el tiempo que vas a usarlo. Abres el coche con la tarjeta, y cuando terminas, lo vuelves a dejar en el garaje. Perfecto si solo necesitamos vehículo en momentos puntuales. Y no pagas ni gasolina, ni parking ni seguro del coche, tan solo el coste por el tiempo que lo hayas usado. Entre las empresas que ofrecen servicios de carsharing destacan Respiro, Avancar o Bluemove, cuyo socio fundador asegura que el usuario de carsharing tiene un gasto medio de 80 euros al mes, frente a los 500 de un propietario de vehículo.

Como habrás podido comprobar, tanto con la práctica del "carpooling" como la del "carsharing", podemos ahorrarnos mucho dinero, pero no solo por el hecho de compartir los gastos del trayecto al trabajo o del viaje a otra población. Y es que hay datos de estudios realizados por los que nos darían ganas de vender el coche lo más rápido posible.

Según el Instituto para el ahorro y la Diversificación Energética (IDAE), el gasto por mantener un coche, entre gastos de compra, mantenimiento, consumo, seguro, impuestos y aparcamientos, se sitúa en 2.000 euros anuales, 1.200 euros solo en combustible. Con estas cifras podemos entender mejor el por qué del auge de estas plataformas, pero tampoco hay que olvidar que al compartir coche, estamos también fomentando un uso más responsable y ecológico de los vehículos. Cuantos menos conductores utilicen su coche particular para realizar el mismo recorrido, menos tasación y menor contaminación.

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