AMG, la división deportiva de Mercedes, ha vuelto a poner sus ojos en uno de los modelos de la Clase A. Ya había trabajado con el hatchback de cinco puertas, con el sedán y con el CLA, el coupé de cuatro puertas. Y ahora le toca el turno a este peculiar coupé de versátil carrocería familiar conocido como Shooting Brake. Como sus hermanos de gama, esconde bajo su capó el motor de cuatro cilindros y dos litros de capacidad que desarrolla 306 caballos y 400 Nm de par máximo.
Con la tracción total como gran aliado y un cambio automático de doble embrague y siete velocidades AMG Speedshift DCT 7G, sus prestaciones están a la altura de su imagen. En solo 4,9 segundos es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h –gracias entre otras cosas a la función Race-Start–. Y su velocidad máxima está limitada a 250 km/h. Todo ello con un consumo que es otro dato sorprendente, pues homologa un gasto medio de 7,4 l/100 km.
Y para garantizar la máxima seguridad y el comportamiento más dinámico, dispone de refuerzos estructurales para ganar rigidez, suspensiones adaptativas, dirección revisada. Y si buscas comportamiento casi de circuito cuenta con sistema AMG Dynamic Select con cinco modos de conducción. Ese carácter deportivo se refleja también en el interior, con asientos deportivos tapizados en cuero, volante específico, inserciones en fibra de carbono o pedales metálicos.
Más información del Mercedes-AMG CLA 35 Shooting Brake.