Aunque a primera vista este nuevo F-Pace no cambia mucho, sí que se modernizan ciertos aspectos y zonas del coche, aunque en su carácter global, las cosas se mantienen fieles a la idea del modelo, ya que se ha destapado como uno de los factores de compra, el diseño que posee este SUV premium.
Ahora bien, si analizas con más detalle sí que encuentras cambios, como sus nuevas luces delanteras, con una firma luminosa con dos cuchillas en 'J', como las llama Jaguar, una parrilla delantera que crece en tamaño, un capó nuevo, unas salidas de ventilación laterales revisadas, un nuevo paragolpes trasero e incluso un nuevo maletero. Por tanto, realmente sí que se han cambiado cosas, siendo precisamente la zaga donde más lo notaremos, con unos nuevos grupos ópticos más modernos y angulosos, al estilo de los que monta el nuevo Jaguar F-Type.
En el interior del SUV los cambios se aprecian más rápido. Lo primero que nos llamará la atención es la nueva pantalla central HD, que además es curva, de 11,4 pulgadas y encastrada en un marco de aluminio. Esta cuenta con el último sistema de infoentretenimiento de la marca, permitiéndonos así disponer de Apple CarPlay, Android Auto, e incluso conectar dos teléfonos al mismo tiempo vía Bluetooth.
Sumado a esta pantalla central encontraremos el nuevo cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas. Este elemento nos permite personalizar completamente lo que vemos y nos dejará incluso recibir información en 3D en dicho cuadro.
Por último, en el apartado de motores, este nuevo F-Pace llega con opciones para todos los gustos, desde los clásicos gasolina y diésel, hasta los mild-hybrid, sin olvidar que tenemos también un híbrido enchufable; el P400e, modelo que combina un motor eléctrico de 105 kWh con un 2.0 turbo de gasolina, para producir 404 CV.
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