L D (EFE) El duelo entre los dos jóvenes, Vallejo tiene 20 años y Radjabov 15, comenzó con una defensa eslava. El español pensó mucho más que su contrario en las primeras jugadas pero luego se igualó el tiempo. La partida estaba muy abierta y el azerbaiyano intentó el ataque, por el ala de dama, sobre el rey de Vallejo que aún no se había enrocado. El quizás prematuro ataque no sirvió más que para el intercambio de piezas. Unas jugadas más tarde el español dio la sorpresa al cambiar su dama por torre, caballo y un peón. La partida ganó en emoción y complejidad pero ninguno de los dos jóvenes se quiso complicar la clasificación y se acordó el empate en 32 movimientos.
La partida más esperada de la jornada era la del enfrentamiento entre el ruso Vladimir Kramnik y el indio Viswanathan Anand, segundo y tercero del mundo, respectivamente, que podía decidir mucho para la clasificación final Los dos veteranos del tablero comenzaron con la apertura española o de Ruy López. Anand avanzó pronto su infantería en el ala de rey y Kramnik respondió con la ruptura por el centro. Más tarde, el ruso atacó en el flanco de rey y llevó la iniciativa. Su ligera ventaja iba, aparentemente, aumentando pero Anand, que es un perfecto estratega, se defendió muy bien, e igualó la posición por lo que se acabaron firmando las tablas en 32 movimientos.
El húngaro Peter Leko, quinto del escalafón, y el ucraniano Ruslan Ponomariov, campeón del mundo de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), hicieron tablas en una partida que comenzó por la antiquísima defensa siciliana. Leko, que desde que ha dejado de ser vegetariano juega más agresivo, intentó ganar para tener aspiraciones al triunfo final pero el ucraniano se defendió con exactitud. Después de la fase de apertura (movimiento 20), el húngaro tenía una ligera ventaja posicional pero con la liquidación de piezas menores (caballos y alfiles), el juego se igualó. A continuación, también desaparecieron las damas y una de la torres y quedó un final que era de tablas muertas. El campeón del mundo parece que se va recuperando aunque ya es un poco tarde para que alcance los primeros puestos.
Los ajedrecistas empiezan a estar cansados. Cada partida es un esfuerzo gigantesco en el que gastan todas sus energías. No hay enemigo pequeño. Ya sólo quedan tres rondas y aún no hay nada decidido. Cualquiera de los cuatro que van en cabeza, Kramnik, Kasparov, Leko o Anand, puede ser campeón.
La partida más esperada de la jornada era la del enfrentamiento entre el ruso Vladimir Kramnik y el indio Viswanathan Anand, segundo y tercero del mundo, respectivamente, que podía decidir mucho para la clasificación final Los dos veteranos del tablero comenzaron con la apertura española o de Ruy López. Anand avanzó pronto su infantería en el ala de rey y Kramnik respondió con la ruptura por el centro. Más tarde, el ruso atacó en el flanco de rey y llevó la iniciativa. Su ligera ventaja iba, aparentemente, aumentando pero Anand, que es un perfecto estratega, se defendió muy bien, e igualó la posición por lo que se acabaron firmando las tablas en 32 movimientos.
El húngaro Peter Leko, quinto del escalafón, y el ucraniano Ruslan Ponomariov, campeón del mundo de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), hicieron tablas en una partida que comenzó por la antiquísima defensa siciliana. Leko, que desde que ha dejado de ser vegetariano juega más agresivo, intentó ganar para tener aspiraciones al triunfo final pero el ucraniano se defendió con exactitud. Después de la fase de apertura (movimiento 20), el húngaro tenía una ligera ventaja posicional pero con la liquidación de piezas menores (caballos y alfiles), el juego se igualó. A continuación, también desaparecieron las damas y una de la torres y quedó un final que era de tablas muertas. El campeón del mundo parece que se va recuperando aunque ya es un poco tarde para que alcance los primeros puestos.
Los ajedrecistas empiezan a estar cansados. Cada partida es un esfuerzo gigantesco en el que gastan todas sus energías. No hay enemigo pequeño. Ya sólo quedan tres rondas y aún no hay nada decidido. Cualquiera de los cuatro que van en cabeza, Kramnik, Kasparov, Leko o Anand, puede ser campeón.