El partido de fútbol que levanta más pasiones en la capital de Italia no es suficiente para llenar las gradas del Olímpico. Pese a que toda Roma vive pendiente de ese encuentro, el miedo a la violencia de los ultras impide llenar el estadio romano. El resultado del parte de guerra da la razón a las familias que no acuden a ver el fútbol: un apuñalado, un dedo amputado y un detenido.
Es curioso, o lamentable, que el encuentro que produce mayor expectación en la capital de Italia no vaya seguido de un lleno hasta la bandera en el estadio. Y no es precisamente por los abusivos precios en las entradas, ya que en el fútbol italiano los precios de los billetes no son excesivamente caros, sino por un miedo a la violencia que se instala en los estadios de fútbol como un quiste.
En la mayoría de los encuentros de la Serie A podemos ver las gradas parcialmente vacías, pese a la pasión que existe por este deporte. La explicación se debe a que los ultras han tomado como su casa los estadios y las familias con sus hijos no se atreven a acudir porque no es seguro.
Especialmente sangrante es el tema cuando se habla del derbi romano. Es el partido que levanta más pasiones en la capital y por el que se sueña, o se sufre, durante toda la temporada. Durante semanas se hablará de la polémica por los penaltis no señalados en la victoria de ayer de la Roma frente a la Lazio, líder del campeonato e imbatible, hasta el domingo.
Parte de guerra
Sin embargo, y como resaltaba incluso La Gazzetta dello Sport, en la gradería Tevere, una de la gradas laterales del Olímpico, se veían numerosos asientos vacíos durante el derbi. Son las entradas más caras del estadio y donde no se sitúan las aficiones más radicales, sin embargo, la gente no se atreve a comprar una entrada para ir a una zona de la ciudad donde su integridad física pueda correr peligro.
De hecho, en el encuentro del domingo, un aficionado fue acuchillado en las proximidades del estadio. Pese a que el encuentro es declarado como de máximo riesgo y se adelantó la hora para prevenir altercados, la policía no puede cubrir toda la ciudad e insistentemente se producen hechos violentos que ensombrecen los partidos de máxima rivalidad.
El parte de guerra, como resaltan los periódicos, se saldó con una persona apuñalada y varios arrestados. Un seguidor de la Lazio sufrió una herida en la cabeza y a otro tuvieron que amputarle un dedo, al intentar saltar el muro perimetral del Olímpico.
Iniciativas que no cuajan
El Gobierno hizo una ley para obligar a utilizar una brazalete para la identificación y localización de los aficionados que se desplacen con su equipo por Italia para verles cuando juegan fuera de casa. "La tessera del tifoso", como se llama a la iniciativa, pretende controlar a los aficionados que viajan con el equipo para mantenerlos alejados de las afición rival, lo que también provoca que cada vez se desplace menos gente con el equipo.
El partido más interesante de la jornada en el Calcio se juega a las 20:45 horas del domingo. Sin embargo, este derbi Lazio-Roma se adelantó a las 15:00 horas para evitar la tragedia que se viene repitiendo año tras año. La iniciativa gubernamental tampoco ha dado resultado viendo el parte de guerra que ha dejado tras de sí el derbi capitalino.