L D (EFE) "Si hay rotura en el fútbol profesional los poderes públicos tendrán que considerar la repercusión que tendrá en el fútbol en España y estudiar la viabilidad, a mi juicio imposible, de la mayoría de los clubes", declaraba Tomás, después de conocer las pretensiones de un grupo de doce equipos de Primera. El presidente del Real Madrid y vicepresidente de la Liga en representación de Primera división, Florentino Pérez, contactó con Pedro Tomás para exponerle que este colectivo acordaba no asistir el jueves a la Asamblea General Extraordinaria de la Liga y crear un grupo de intereses económicos, que aglutine a todos los clubes de Primera.
Pérez comunicó lo decidido en un hotel de Madrid, donde estuvieron representantes de Barcelona y Atlético de Madrid -únicos clubes que junto al Real Madrid tienen ya vendidos sus derechos audiovisuales a partir de la próxima temporada-, Athletic de Bilbao, Betis, Deportivo, Espanyol, Málaga, Real Sociedad, Sevilla, Valencia y Villarreal. "La agrupación de los clubes en el marco de la Liga me parece una iniciativa positiva si intenta encontrar soluciones de futuro y solidaridad compartida, pero espero de los agentes del fútbol que seamos responsables con el fútbol profesional", manifestaba Tomás.
El presidente de la patronal de clubes, que considera normal que en un colectivo como la Liga se produzcan agrupamientos por intereses, estima que la situación actual "obedece a la gran incertidumbre por la negociación de los derechos de televisión". Tomás, partidario de la negociación colectiva para la venta de los derechos de televisión, tal y como ha optado un grupo de treinta equipos, apunta la necesidad de adaptar la actividad al marco jurídico y económico. El presidente de la LFP, que ha recordado que la Asamblea del jueves es fruto de la petición de dieciocho equipos, insiste en que "la Ley del Deporte contempla competiciones profesionales de Primera y Segunda", por lo que lo que se haga al margen de la Liga "vulneraría la ley".
"Estoy convencido de que el fútbol profesional tiene una conformación legal que se ajusta a que haya fútbol en toda España, pero los distintos intereses económicos ocasionan estas tensiones", agregaba el máximo mandatario de la LFP. Tomás insiste en su rechazo a que se produzca una "fractura dentro del fútbol, contra la que hay que luchar " y adelanta su voluntad y su disposición a intentar solventar las diferencias. "Desde mi posición propiciaré todas las vías de diálogo, pero estamos en un mal momento normativo. En mí tendrán un perfecto interlocutor o mediador", concluyó el presidente de la LFP.
Pérez comunicó lo decidido en un hotel de Madrid, donde estuvieron representantes de Barcelona y Atlético de Madrid -únicos clubes que junto al Real Madrid tienen ya vendidos sus derechos audiovisuales a partir de la próxima temporada-, Athletic de Bilbao, Betis, Deportivo, Espanyol, Málaga, Real Sociedad, Sevilla, Valencia y Villarreal. "La agrupación de los clubes en el marco de la Liga me parece una iniciativa positiva si intenta encontrar soluciones de futuro y solidaridad compartida, pero espero de los agentes del fútbol que seamos responsables con el fútbol profesional", manifestaba Tomás.
El presidente de la patronal de clubes, que considera normal que en un colectivo como la Liga se produzcan agrupamientos por intereses, estima que la situación actual "obedece a la gran incertidumbre por la negociación de los derechos de televisión". Tomás, partidario de la negociación colectiva para la venta de los derechos de televisión, tal y como ha optado un grupo de treinta equipos, apunta la necesidad de adaptar la actividad al marco jurídico y económico. El presidente de la LFP, que ha recordado que la Asamblea del jueves es fruto de la petición de dieciocho equipos, insiste en que "la Ley del Deporte contempla competiciones profesionales de Primera y Segunda", por lo que lo que se haga al margen de la Liga "vulneraría la ley".
"Estoy convencido de que el fútbol profesional tiene una conformación legal que se ajusta a que haya fútbol en toda España, pero los distintos intereses económicos ocasionan estas tensiones", agregaba el máximo mandatario de la LFP. Tomás insiste en su rechazo a que se produzca una "fractura dentro del fútbol, contra la que hay que luchar " y adelanta su voluntad y su disposición a intentar solventar las diferencias. "Desde mi posición propiciaré todas las vías de diálogo, pero estamos en un mal momento normativo. En mí tendrán un perfecto interlocutor o mediador", concluyó el presidente de la LFP.