L D (EFE) El español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer mantienen desde lejos un pulso que se dará, si todo sigue su curso, en las semifinales en Roland Garros, tras sentenciar sus compromisos en sólo tres sets ante el francés Richard Gasquet y el chileno Fernando González.
Nadal dejó muda la pista central de Roland Garros al superar a Gasquet en menos de dos horas, con total superioridad, sin necesidad de sobresaltos, poniendo punto final a una confrontación vivida con pasión en los últimos días y que no respondió a la expectación levantada, por 6-4, 6-3 y 6-2 en una hora y 49 minutos.
Antes Roger Federer ganaba su tercer partido sin ceder un set al deshacerse de González, no sin antes levantar dos bolas de set en la primera manga, por 7-6 (9), 7-5 y 6-2 en dos horas y 10 minutos. El calor, y los 38 grados a los que se llegó marcaron ambos desenlaces, porque Nadal lo aprovechó para liftar todavía aún más y colocar la bola alta y pesada, y Federer utilizó la velocidad de la pelota para anotar 11 saques directos ante el furibundo chileno que hoy golpeó más fuerte que nunca.
No obstante, el partido Gasquet-Nadal no fue para enmarcar. Lleno de errores y resuelto a "palo seco", solo pasará a la historia como el duelo más publicitado de los últimos años, en el que el jugador de Beziers no estuvo a la altura exigible tras haber sido capaz de vencer al suizo Roger Federer este año en tierra, en las semifinales de Montecarlo, y al que aspira a suceder a Yannick Noah como nuevo francés triunfador en París.
Pero nadie quería perdérselo. Ni el mítico Guillermo Vilas, que había presenciado el anterior entre Roger Federer y el chileno Fernando González, se movió de su asiento. Y aguantó, embutido en su terno negro, al lado de su esposa la tailandesa Phiang Phathu, con la que contrajo matrimonio la semana pasada. El mismo Michel Platini, vicepresidente de la FIFA, tampoco pudo resistir la tentación de perderse este duelo.
El clima que se vivió en la central intentó ser el de Copa Davis, con gritos abrumadores de 15.000 gargantas de "¡Richard, Richard!", en los pocos momentos en los que el francés inquietaba al español. Incluso cuando una valiente espectadora osó animar a Nadal con un ¡Alé Rafael!, la grada se volvió contra ella de forma unánime y recriminatoria.
Ceder su saque a las primeras de cambio en los tres sets fue definitivo para Gasquet, que luego anduvo siempre a remolque. El francés lo intentó casi todo, dejadas, arriesgadas subidas a la red, voleas. Sólo en contadas ocasiones logró llevar la iniciativa y mostrar ese exquisito revés a una mano que posee y una formidable derecha plana cruzada. Nadal, con su juego pesado, rotundo en la definición con la derecha, y bastante acertado con el saque, controló mejor las situaciones. Y lo más importante, supo definir con prontitud.
Carlos Moyá le acompañará en octavos gracias a su maratoniana victoria contra Fernando Vicente por 6-4, 7-6 (4), 6-7 (3), 0-6 Y 6-4 en cuatro horas y un minuto, y a la séptima bola de partido. El campeón de 1998 sufrió más que nunca para imponerse a su mejor amigo, al que había derrotado antes ya en once ocasiones anteriores.
Moyá se impuso por segundo año consecutivo en París a Vicente, que venía de superar la fase previa, pero durante el duelo se resintió de su hombro derecho y tuvo que tomar un analgésico en el quinto set para poder aguantar.
"Lo único que he conseguido hoy es tocarle un poco los huevecillos a Moyá y mantenerle dos horas más de lo normal en la pista", comentó Vicente, quien avisó a Moyá del peligro que corre ante Federer. "Lo veo dubitativo en su revés", dijo. Moyá nunca ha ganado al suizo en sus cinco enfrentamientos, aunque hoy mostró que tiene ya ganas. "Siempre hay una primera vez y para vencerle se trata de que él no tenga un buen día y yo esté a tope".
El alicantino David Ferrer también se coló en octavos de un Grand Slam por primera vez en su carrera, al derrotar al coreano Hyung Taik Lee, por 6-3, 6-1 y 7-5 en menos de dos horas. Será el rival del vigente campeón del torneo, el argentino Gastón Gaudio, que no cedió ante Félix Mantilla, por 6-4, 6-4 y 6-3.
Tres españoles están ya en octavos, y este sábado uno más se unirá al trío al menos. El que salga del duelo entre Tommy Robredo y David Sánchez. Juan Carlos Ferrero lo intentará ante el ruso Marat Safin, a quien ha derrotado esta temporada en las dos veces en las que se han enfrentado, en Montecarlo y Hamburgo.
En el cuadro femenino, Nuria Llagostera y Anabel Medina, quemarán las últimas bazas españolas. La de Palma contra la francesa Nathalie Dechy (13) y la valenciana contra la belga Justine Henin-Hardenne (10).
Nadal dejó muda la pista central de Roland Garros al superar a Gasquet en menos de dos horas, con total superioridad, sin necesidad de sobresaltos, poniendo punto final a una confrontación vivida con pasión en los últimos días y que no respondió a la expectación levantada, por 6-4, 6-3 y 6-2 en una hora y 49 minutos.
Antes Roger Federer ganaba su tercer partido sin ceder un set al deshacerse de González, no sin antes levantar dos bolas de set en la primera manga, por 7-6 (9), 7-5 y 6-2 en dos horas y 10 minutos. El calor, y los 38 grados a los que se llegó marcaron ambos desenlaces, porque Nadal lo aprovechó para liftar todavía aún más y colocar la bola alta y pesada, y Federer utilizó la velocidad de la pelota para anotar 11 saques directos ante el furibundo chileno que hoy golpeó más fuerte que nunca.
No obstante, el partido Gasquet-Nadal no fue para enmarcar. Lleno de errores y resuelto a "palo seco", solo pasará a la historia como el duelo más publicitado de los últimos años, en el que el jugador de Beziers no estuvo a la altura exigible tras haber sido capaz de vencer al suizo Roger Federer este año en tierra, en las semifinales de Montecarlo, y al que aspira a suceder a Yannick Noah como nuevo francés triunfador en París.
Pero nadie quería perdérselo. Ni el mítico Guillermo Vilas, que había presenciado el anterior entre Roger Federer y el chileno Fernando González, se movió de su asiento. Y aguantó, embutido en su terno negro, al lado de su esposa la tailandesa Phiang Phathu, con la que contrajo matrimonio la semana pasada. El mismo Michel Platini, vicepresidente de la FIFA, tampoco pudo resistir la tentación de perderse este duelo.
El clima que se vivió en la central intentó ser el de Copa Davis, con gritos abrumadores de 15.000 gargantas de "¡Richard, Richard!", en los pocos momentos en los que el francés inquietaba al español. Incluso cuando una valiente espectadora osó animar a Nadal con un ¡Alé Rafael!, la grada se volvió contra ella de forma unánime y recriminatoria.
Ceder su saque a las primeras de cambio en los tres sets fue definitivo para Gasquet, que luego anduvo siempre a remolque. El francés lo intentó casi todo, dejadas, arriesgadas subidas a la red, voleas. Sólo en contadas ocasiones logró llevar la iniciativa y mostrar ese exquisito revés a una mano que posee y una formidable derecha plana cruzada. Nadal, con su juego pesado, rotundo en la definición con la derecha, y bastante acertado con el saque, controló mejor las situaciones. Y lo más importante, supo definir con prontitud.
Carlos Moyá le acompañará en octavos gracias a su maratoniana victoria contra Fernando Vicente por 6-4, 7-6 (4), 6-7 (3), 0-6 Y 6-4 en cuatro horas y un minuto, y a la séptima bola de partido. El campeón de 1998 sufrió más que nunca para imponerse a su mejor amigo, al que había derrotado antes ya en once ocasiones anteriores.
Moyá se impuso por segundo año consecutivo en París a Vicente, que venía de superar la fase previa, pero durante el duelo se resintió de su hombro derecho y tuvo que tomar un analgésico en el quinto set para poder aguantar.
"Lo único que he conseguido hoy es tocarle un poco los huevecillos a Moyá y mantenerle dos horas más de lo normal en la pista", comentó Vicente, quien avisó a Moyá del peligro que corre ante Federer. "Lo veo dubitativo en su revés", dijo. Moyá nunca ha ganado al suizo en sus cinco enfrentamientos, aunque hoy mostró que tiene ya ganas. "Siempre hay una primera vez y para vencerle se trata de que él no tenga un buen día y yo esté a tope".
El alicantino David Ferrer también se coló en octavos de un Grand Slam por primera vez en su carrera, al derrotar al coreano Hyung Taik Lee, por 6-3, 6-1 y 7-5 en menos de dos horas. Será el rival del vigente campeón del torneo, el argentino Gastón Gaudio, que no cedió ante Félix Mantilla, por 6-4, 6-4 y 6-3.
Tres españoles están ya en octavos, y este sábado uno más se unirá al trío al menos. El que salga del duelo entre Tommy Robredo y David Sánchez. Juan Carlos Ferrero lo intentará ante el ruso Marat Safin, a quien ha derrotado esta temporada en las dos veces en las que se han enfrentado, en Montecarlo y Hamburgo.
En el cuadro femenino, Nuria Llagostera y Anabel Medina, quemarán las últimas bazas españolas. La de Palma contra la francesa Nathalie Dechy (13) y la valenciana contra la belga Justine Henin-Hardenne (10).