L D (EFE) Después de siete jornadas de Liga, el Barça ya ha perdido más puntos (once) de los que ha conseguido (diez), y su juego sigue siendo motivo de crítica, aunque en momentos muy concretos, como en Riazor, se fútbol se asemeja más a la brillantez del año pasado. Lejos de ampararse en la crítica, Rijkaard ha alentado a sus jugadores a continuar en el buen camino que considera que se encuentra el Barcelona y a mantener "la buena imagen" que dio el conjunto catalán en La Coruña, especialmente en un buen tramo de la segunda parte y los minutos finales de la primera.
El Barcelona ha vuelto a empatar un partido (el cuarto en la Liga) y ya se ha abierto una importante brecha entre el Madrid y el conjunto catalán de cinco puntos, cuando sólo se han celebrado siete jornadas de Liga. Además, en estos partidos, el Barca ha encajado diez goles, una cifra más cercana a los lugares bajos de la clasificación que no a un equipo con las aspiraciones del grupo de Rijkaard.
Pero a pesar de esta nueva pérdida de puntos, Rijkaard no desfallece porque sostiene que los suyos aún tienen motivos para crecer. "El equipo dio una buena imagen y demostró una línea ascendente de juego que anima en seguir trabajando. Aun quedan muchos partidos y estamos creciendo", señalaba el entrenador barcelonista en una conferencia ante los medios de comunicación previa al choque que disputará el martes el Barça contra el Panathinaikos griego, correspondiente a la tercera jornada de la Liga de Campeones.
Uno de los indicadores que más satisfecho le dejó a Rijkaard, del partido contra el Deportivo, fue lo que pudo observar en el rostro de sus futbolistas. "Ves en la cara de cada uno de los jugadores que el equipo cree en sí mismo. Cuando ganas un partido y eres consciente de que no se ha hecho un buen fútbol la sensación es diferente", puntualiza el entrenador barcelonista. Otra de las buenas sensaciones que se llevó Rijkaard del choque en Rizador fue que vio un "partido único", en el que jugó un "gran Barça", equipo que a su entender "controló buena parte del partido" y que el conjunto catalán "practicó un muy buen fútbol". A pesar de las buenas sensaciones, Rijkaard reclama a sus jugadores que se comporten como un equipo "compacto", en clara alusión a que las buenas sensaciones en ataque se fueron al traste por la pésima actuación defensiva.
El entrenador del Barcelona también ha querido ocuparse de las contundentes declaraciones que efectuó en Riazor el barcelonista Anderson de Souza Deco , quien subrayó que el estado en el que se encuentra el césped del Camp Nou "es una vergüenza". "El campo no está en las mejores condiciones. Tuvimos una reunión hace días sobre este tema y puedo confirmar que el club está trabajando en esta cuestión. La condición del terreno de juego nunca debe ser una excusa, porque el rival está en las mismas condiciones", justifica.
Para el partido contra el Panathinaikos el próximo martes, el Barcelona perderá al francés Ludovic Giuly, con unos problemas en los isquiotibiales de la pierna izquierda. La baja del francés permitirá nuevamente la reaparición de Lionel Messi, que no jugó en Riazor del decisión técnica, después de que el argentino regresase de su país. Tras el choques contra los griegos, los azulgranas jugará contra el Osasuna (sábado, 22:00 horas), el primero de los tres encuentros seguidos de Liga en el Camp Nou, como consecuencia del reajuste del campeonato liguero, después de que España tenga que disputar la repesca para el Mundial de Alemania.
El Barcelona ha vuelto a empatar un partido (el cuarto en la Liga) y ya se ha abierto una importante brecha entre el Madrid y el conjunto catalán de cinco puntos, cuando sólo se han celebrado siete jornadas de Liga. Además, en estos partidos, el Barca ha encajado diez goles, una cifra más cercana a los lugares bajos de la clasificación que no a un equipo con las aspiraciones del grupo de Rijkaard.
Pero a pesar de esta nueva pérdida de puntos, Rijkaard no desfallece porque sostiene que los suyos aún tienen motivos para crecer. "El equipo dio una buena imagen y demostró una línea ascendente de juego que anima en seguir trabajando. Aun quedan muchos partidos y estamos creciendo", señalaba el entrenador barcelonista en una conferencia ante los medios de comunicación previa al choque que disputará el martes el Barça contra el Panathinaikos griego, correspondiente a la tercera jornada de la Liga de Campeones.
Uno de los indicadores que más satisfecho le dejó a Rijkaard, del partido contra el Deportivo, fue lo que pudo observar en el rostro de sus futbolistas. "Ves en la cara de cada uno de los jugadores que el equipo cree en sí mismo. Cuando ganas un partido y eres consciente de que no se ha hecho un buen fútbol la sensación es diferente", puntualiza el entrenador barcelonista. Otra de las buenas sensaciones que se llevó Rijkaard del choque en Rizador fue que vio un "partido único", en el que jugó un "gran Barça", equipo que a su entender "controló buena parte del partido" y que el conjunto catalán "practicó un muy buen fútbol". A pesar de las buenas sensaciones, Rijkaard reclama a sus jugadores que se comporten como un equipo "compacto", en clara alusión a que las buenas sensaciones en ataque se fueron al traste por la pésima actuación defensiva.
El entrenador del Barcelona también ha querido ocuparse de las contundentes declaraciones que efectuó en Riazor el barcelonista Anderson de Souza Deco , quien subrayó que el estado en el que se encuentra el césped del Camp Nou "es una vergüenza". "El campo no está en las mejores condiciones. Tuvimos una reunión hace días sobre este tema y puedo confirmar que el club está trabajando en esta cuestión. La condición del terreno de juego nunca debe ser una excusa, porque el rival está en las mismas condiciones", justifica.
Para el partido contra el Panathinaikos el próximo martes, el Barcelona perderá al francés Ludovic Giuly, con unos problemas en los isquiotibiales de la pierna izquierda. La baja del francés permitirá nuevamente la reaparición de Lionel Messi, que no jugó en Riazor del decisión técnica, después de que el argentino regresase de su país. Tras el choques contra los griegos, los azulgranas jugará contra el Osasuna (sábado, 22:00 horas), el primero de los tres encuentros seguidos de Liga en el Camp Nou, como consecuencia del reajuste del campeonato liguero, después de que España tenga que disputar la repesca para el Mundial de Alemania.