Sevilla, Villarreal y Zaragoza se ganan el billete para octavos de la Copa de la UEFA

 

El brasileño Adriano, en el minuto 92, marcaba el segundo gol y daba al Sevilla el pase a octavos de final de la Copa de la UEFA, al doblegar al Panathinaikos (2-0) en un partido que se resolvió en los últimos diez minutos. El conjunto griego ha vuelto a repetir la historia en sus enfrentamientos con equipos españoles, ya que hasta ahora ha perdido con Deportivo (dos veces), Mallorca, Real Madrid, Valencia y Barcelona. El Sevilla, mientras, también hizo buenas las estadísticas con los equipos helenos en la competición europea, ya que el Panathinaikos se une a sus otras "victimas" PAOK de Salónica (1982-83 y 1990-91) y Olympiacos (2-1, con gol de Suker).

El conjunto hispalense puso en los primeros cuarenta y cinco minutos mucha voluntad aunque con poco juego y escasas ocasiones ante un Panathinaikos muy conservador y que evidenció una gran fortaleza defensiva. No obstante, el conjunto que dirige Joaquín Caparrós dispuso de una clarísima oportunidad en el minuto 19, en un balón en profundidad sobre Carlos Aranda, pero el delantero andaluz, tras enfilar a la meta griega, no supo resolver ante la media salida de Galinovic, que desvió finalmente el esférico a córner. Luego, un querer y no poder del Sevilla que a los 41 minutos tuvo otra opción ante el meta del club ateniense, por medio del brasileño Renato, que remató mal y de Jesuli, que no pudo remachar ante la desmembrada zaga griega.

El Panathinaikos, por su parte, tuvo como principal objetivo el mantener su portería imbatida y esperar a que con algún contragolpe, iniciado por el argentino Ezequiel González -en busca de Konstantinou y Papadopoulos-, pudiera resolver el pase a la siguiente eliminatoria. La segunda parte tuvo los mismos derroteros, con un Sevilla dominador pero como más corazón que buen juego, aunque a los 54 minutos Antoñito tuvo una buena opción en centro de Jesuli. La réplica la puso Ezequiel Gonzalez -el hombre con mejores argumentos técnicos sobre el campo-, tras un córner que remató cruzado pero cerca del palo derecho del portal de Esteban.

Aranda, a los 57, tras una falta que botó Antoñito, remató de cabeza y mandó el balón por encima del travesaño. La expulsión de Ezequiel Gonzalez, dejó sin cerebro al Panathinaikos ante un Sevilla que, por orden del técnico Joaquín Caparrós, quemó las naves para poner sobre la cancha a todos sus delanteros. Le salió bien al técnico sevillista porque fue el congoleño Ariza Makukula, a falta de siete minutos para el final, el que igualó la eliminatoria en un remate de cabeza. Y, ya en la prolongación, fue Adriano el que puso el 2-0 y, con ello, el pase de los sevillistas a octavos de final.

 

 

 

El Villarreal sigue adelante en la Copa de la UEFA después de realizar un esfuerzo extra ante el Dinamo de Kiev. Con la misma filosofía que le acompaña durante toda la temporada, el submarino amarillo salió decidido a por el partido. Se dejó de especulaciones y, comandado por Juan Román Riquelme, manejó el partido frente a un equipo que trató de pertrecharse en su área para aguantar el empuje local. Pero con esta táctica aguantó el equipo ucraniano veinte minutos, momento en el que el argentino Lucho Figueroa, de cabeza, enviaba al fondo de la red un balón centrado por José Mari que abría el marcador e iniciaba el camino de los castellonenses hacia la siguiente ronda.

El gol no varió el guión del choque. El balón era del Villarreal, que tocaba en el centro del campo a la espera de buscar una buena oportunidad para aumentar el marcador, lo que consiguió al poco de superar la media hora de juego. Un nuevo pase de José Mari se convirtió en la antesala de segundo gol del equipo de Manuel Pellegrini. El joven Santi Cazorla resolvió ante el marco del Dinamo de Kiev con la tranquilidad propia de un veterano, al salvar la salida del guardameta Shovkovskiy con un balón picado que suponía el segundo tanto. El Villarreal no se conformó con este marcador, a pesar de que el Dinamo apenas inquietaba y trató de marcar un tercer tanto, con ocasiones para José Mari Romero y Riquelme que estuvieron cerca de fructificar. En el haber de los ucranianos figura un gol que fue anulado por fuera de juego.

Sin embargo, la nota negativa para el Villarreal fue la acción de Riquelme que le llevó a ser expulsado con tarjeta roja directa por agresión, al propinarle una patada a un contrario cuando ambos estaban en el suelo. Antes de llegar al descanso el Villarreal pudo aumentar su renta, en un lanzamiento de falta directa del brasileño Marcos Senna que fue repelida por una mano imposible del meta del guardameta del conjunto de Kiev cuando el balón se introducía por la escuadra. El equipo de Jozsef Szabo quiso, en el segundo tiempo, reaccionar y aprovechar la superioridad numérica tras la expulsión de Riquelme. En el minuto 57 ya había agotado los tres cambios, mejoró su juego y buscó con más intensidad la portería de José Manuel Reina, pero se encontró un rival que nunca perdió el sitio.

Con el paso de los minutos, el Villarreal acusó el desgaste que supone jugar con un jugador menos y vio como el árbitro anulaba otro gol por fuera de juego al Dínamo de Kiev, poco antes de que Reina detuviese, con un magnífica intervención sobre la misma línea de gol, un lanzamiento de Yussuf desde dentro del área. Una vez superados, sin muchos agobios, los momentos de mayor ímpetu del Dinamo de Kiev, el equipo de Pellegrini volvió a manejar la situación con solvencia hasta el final del choque y concretó su pase a los octavos, ronda en la que se medirá al Steaua de Bucarest, el verdugo del Valencia.

 

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El Zaragoza, después del 0-1 de renta que llevaba de la ida, se ha clasificado para octavos de final tras eliminar al Fenerbahce en un partido en el que los locales han hecho valer su excelente trabajo defensivo. El conjunto maño logró pronto el gol que prácticamente le suponía el pasaporte para la siguiente ronda. Fue en el minuto 11 gracias a un gran lanzamiento en una falta directa de Galletti, que antes de entrar se estrelló en el poste izquierdo de la portería defendida por el ex-barcelonista Rustu.

El gol zaragocista reforzó la idea del planteamiento de Víctor Muñoz con un juego destinado a la contención para intentar robar el balón y salir con velocidad a la contra, mientras que los turcos se hacían con las riendas del juego, pero sin apenas profundidad. Ni siquiera la estrategia, con balones colgados en faltas y saques de esquina, que tantos problemas creó al conjunto español en el encuentro de ida, le funcionó al equipo dirigido por el alemán Christoph Daum ya que en las escasas ocasiones en que se produjeron acciones de este tipo los propietarios del terreno salieron airosos y sin agobios.

El dominio del juego del conjunto turco apenas le dio réditos en el primer tiempo, pues el meta Luis García apenas tuvo trabajo salvo en algún balón colgado. Tampoco el Zaragoza llevó peligro a la meta foránea pues tan sólo gozó, además del tanto, de otra buena ocasión en el minuto 19 con un disparo del brasileño Savio Bortolini, que envió a córner con ciertos problemas el guardameta visitante. Tras el descanso, el juego cambió radicalmente pues la necesidad del Fenerbahce le obliga a arriesgar más, lo que le proporcionaba mayor poder ofensivo pero a la vez suponía más espacios para los contragolpes aragoneses.

Los porteros, que casi habían sido meros espectadores en los primeros 45 minutos, se convirtieron en los protagonistas con varias intervenciones de mérito, especialmente en varios mano a mano con sus rivales. El juego iba y venía con rapidez y el gol se presagiaba hasta que finalmente llegó en el minuto 70 en una gran acción de Savio, que demostró una vez más su gran calidad en un disparo desde fuera del área que entró por la escuadra de la meta de Rustu tras dar en el palo previamente, al igual que había ocurrido en el primer tanto. El postrero tanto del brasileño Alex llegó demasiado tarde, en el minuto 88, como para poder inquietar al Zaragoza.