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¿Y ahora qué pasa con Novak Djokovic?

El tenista serbio, por primera vez en mucho tiempo, quedó bloqueado por la presión de los Juegos y del US Open.

El tenista serbio, por primera vez en mucho tiempo, quedó bloqueado por la presión de los Juegos y del US Open.
¿Y ahora qué pasa con Novak Djokovic? | EFE

Decir que Novak Djokovic está tocado no es temerario, sobre todo tras lo visto en la final del US Open ante Daniil Medvedev, pero sí decir que está tocado y hundido. Si algo ha demostrado el número 1 del mundo es que es capaz de sobreponerse a cualquier adversidad y salvo que Rafa Nadal y Roger Federer digan lo contrario, Nole sigue siendo el principal candidato a lograr el Grand Slam número 21 desempatando en el podio de leyendas con español y suizo.

Djokovic sigue siendo favorito porque el siguiente Grand Slam es el suyo, el que más domina, el Open de Australia. Ahí siempre, o casi siempre, ha mandado el serbio, no en vano lo ha ganado nueve veces y lleva tres años seguidos llevándose el trofeo a casa. Por eso en 2022 volverá a ser favorito en tierras australianas. Pero, ¿le puede pasar factura lo que ha sucedido desde Wimbledon hasta Estados Unidos? Esa es la gran pregunta, porque en un mundo tan mental como el tenis, un pequeño cambio de chip puede convertirte en invencible o cortocircuitarte durante mucho tiempo.

En los últimos meses casi todo el mundo daba por hecho que Djokovic se iba a llevar la medalla de oro en los Juegos de Tokio y su 21º título de Grand Slam en la Arthur Ash de Nueva York. No ha sido así. En Japón ni siquiera tocó metal. Perdió ante Zverev en semifinales y Pablo Carreño le quitó el bronce en el tercer y cuarto puesto. Esa presión por lograr un oro que Rafa Nadal y Federer sí tienen, uno en las dos categorías y otro en dobles, le pasó factura a Nole, que incluso se vio visiblemente bloqueado en la lucha por el bronce. Ni siquiera siguió compitiendo en dobles por el desgaste acumulado.

Ahora, semanas después del fiasco de Tokio, Djokovic se vio abrumado por Daniil Medvedev en Estados Unidos y sus sensaciones fueron aún peores. Perdió en tres sets, algo ya de por sí sorprendente, pero además pareció rendirse a partir del segundo. Eso nunca pasa con Djokovic que, atenazado por la presión, acabó llorando en el 5-4 del tercer set al sentirse apoyado por la grada e impotente dentro de la pista.

El peso de la historia juega ahora en contra del número 1 del mundo. Hasta Tokio, todo parecía indicar que la armadura del serbio se podía abollar, sin embargo, no había visos de ser perforada. Zverev, Carreño y Medvedev lograron lo segundo y ahora sí se ve ansiedad por lograr ser el mejor de la historia a nivel de Grand Slams masculinos. Aún así, todo sigue en las manos de Novak. Queda por ver su rendimiento en la recta final de la temporada jugando sin la presión de los Grand Slam. Si el serbio, con permiso de los Zverev, Medvedev o Tsitsipas, recupera sensaciones ahí, podrá afrontar 2022 con aires renovados. Eso sí, el peso de la historia le seguirá esperando en Australia y en los momentos decisivos recordará lo más reciente, Tokio y Nueva York. ¿Será capaz Djokovic de reponerse mental y físicamente? Viendo su carrera, darle por muerto sería un error.

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