
Juan Carlos Ferrero, que hasta este mes de diciembre ha sido el entrenador de Carlos Alcaraz, reconoce sentirse "dolido" por la ruptura, aunque con una "sensación de tranquilidad y de haber hecho los deberes", y desvela que no cierra la puerta para volver a trabajar en un futuro con el murciano, del que dice que tiene "posibilidades de ser el mejor tenista de la historia".
Una semana después de anunciarse la ruptura profesional entre Juan Carlos Ferrero y Carlos Alcaraz, el entrenador valenciano, "dolido", revela en una entrevista en Marca sus sentimientos y reconoce que pensaba que todo "iba a seguir bien" una temporada más.
"Es verdad que cuando se acaba un año se tienen que ver ciertas cosas a nivel de contratos y como en todo contrato nuevo, de cara a lo que es el año siguiente, había ciertas cosas en las que no estábamos de acuerdo. Como en todos los contratos uno tira para un sitio y los otros para el otro. Desde el entorno de Carlos piensan en lo mejor para él y yo desde el mío en lo mejor para mí", confiesa Ferrero.
"Ha habido ciertos temas en los que no hemos estado de acuerdo las dos partes. Puede ser que se hubieran podido salvar si nos hubiéramos sentado a hablar, pero al final no nos hemos sentado y hemos decidido no seguir. Esto es realmente lo que ha pasado. Hay puntos en los que no voy a entrar en detalles, pero en los que no hemos estado de acuerdo y al final hemos separado nuestros caminos", opina.
"Yo creo que el año ha sido muy bueno a nivel de resultados y la relación entre los dos ha sido todo el año espectacular. No hemos tenido peleas en ningún momento. La entrada de Samuel ha dado un aire fresco al equipo para que la relación pudiera durar de futuro. Ha sido un año muy bueno y, al acabar en Turín, sí que es verdad que todos teníamos la idea de que íbamos a seguir. Luego ha pasado lo que ha pasado y separamos nuestros caminos, pero en principio la idea era seguir y por eso yo le dije en el comunicado", declara.
De los siete años juntos, Ferrero reconoce que uno de los momentos más bonitos fue la etapa de los 15 a los 18 años de Carlos Alcaraz.
"Compartimos muchísimos momentos juntos en entrenamientos, en torneos, en hoteles... Siempre íbamos juntos a todas partes. Ese crecimiento, esas experiencias, esos resultados, la mayoría buenos, aunque siempre hay alguno inesperado, fue etapa fue muy bonita. Muchas veces le decía a él que echaba de menos esa época de challengers, de torneos pequeños en los que veías realmente esa ilusión por crecer y por querer escalar un montón de puestos", destaca.
"Luego cuando uno está arriba los objetivos son diferentes y ya no tienes tantos puestos a escalar ni tantas cosas que enseñar. Lo llevas más a un camino de enseñanza poco a poco. Al principio, la enseñanza siempre es más rápida y generosa. En el momento que fuimos superando esas etapas pues todos los torneos tan importantes que han llegado son momentos inolvidables. Cada Grand Slam que hemos ganado, sobre todo el del último Roland Garros, que fue el más complicado. Me quedo con todo lo positivo", apunta.
"Cuando yo llegué él era un jugador que tenía unas capacidades impresionantes técnicas, físicas y también mentales, y entre todo el equipo hemos sido capaces de llevarlo hacia arriba. Y él nos ha dado absolutamente todo para aprender y para trabajar y para seguir adelante. Yo he tenido suerte de encontrar a la persona capaz de hacer todo eso al nivel de Carlos. Yo creo que los dos estamos agradecidos de habernos encontrado", comenta.
Ferrero considera que los cambios son "complicados", pero aún así se mostró confiado en que eso no afecte de forma negativa al rendimiento del tenista murciano.
"Samuel López es una persona que le conoce muchísimo. Al haber estado tanto tiempo conmigo detrás cuando estábamos entrenando más tiempo aquí en la academia y el último año ha cogido mucha experiencia para poder llevar el barco en solitario a nivel de entrenador", declara Ferrero, que no cree que el desgaste sea la consecuencia de la separación.
"Desgaste cuando pasas tanto tiempo pues siempre hay un poco. Creo que el viajar tanto, el pasar tanto tiempo fuera de casa, ese tipo de cosas, a uno le va desgastando. Lo que pasa es que entre unos y otros nos apoyábamos mucho dentro del equipo y una de las razones para meter a Samuel era para que no se erosionara esa relación. Todas esas semanas nos venían bien. El poner palabras nuevas, formas de decir las cosas con el mismo objetivo pero de diferente manera. Y una de los métodos para evitar el desgaste era este", desvela.
Uno de los logros de Ferrero ha sido convertir en tenista profesional a Carlos Alcaraz.
·Ese era uno de los objetivos, pero el más claro es que creciera como persona y como profesional. Que se integrara bien en este mundo, que es complicado. Una vez se ha hecho tan famoso y tan favorito en todos los torneos, pues ayudarle a llevar toda esa presión. Uno de los principales objetivos es que Carlos estuviera a gusto en los torneos, con mucha motivación, porque cuando consigues muchas cosas, la motivación tiene que estar intacta y era una de las cosas en las que intentábamos estar muy encima", confiesa.
"Me he dejado el alma en este proyecto. Creo que he invertido muchísimo tiempo, muchísimas ganas, mucho trabajo, y creo que ha sido importante encontrar el equipo y las personas que me dejaran hacerlo. Cuando entramos, con 15 años, ves al jugador, ves lo bueno que es, ves el potencial, pero no te imaginas todo lo que se viene. Se trabaja para ello, con mucha ilusión, pero siempre es complicado ver los sueños hechos realidad. Me quedo con una sensación de tranquilidad, de haber hecho los deberes y espero que piensen un buen trabajo", destaca.
Después de tantos años juntos, esta ruptura tiene que ser sanada por ambas partes antes de volver a juntarse, por ejemplo para ir a jugar al golf.
"Creo que tal vez los dos necesitamos un tiempo para acabar de asimilar esta ruptura. No es algo tan fácil. Ahora mismo yo estoy dolido. Estas relaciones son complicadas de dejar de un día para otro. Y tiene que pasar un tiempo de duelo. Y, sobre todo, supongo que también me dolerá cuando lo vea jugar en los torneos. Ahí entran muchas experiencias vividas. Creo que va a tomar un tiempo", comentó.
"He adaptado mi estilo todo lo que he podido en Carlos. En ningún momento estoy barajando otras opciones porque necesito dos-tres meses de estar tranquilo y de que pase el dolor. A partir de ahí, si vienen otras posibilidades las sopesaremos. Al final son casi ocho años sin parar y mucho tiempo fuera de casa. Estar ahora en casa se agradece", dijo.
Sobre si le llega en el futuro una oferta de Jannik Sinner fue tajante. "Sería algo que tendría que pensar. Son jugadores extraordinarios, pero como he dicho antes no es el momento de pensar en algo así y de decir que sí o que no. Ahora es el momento de pasar la etapa difícil porque todos los días pienso todavía en Carlos y no es el tiempo de pensar en otros".
"Quiero estar tranquilo y uno tiene corazón. Es imposible para mí coger a alguien más en estos momentos porque mi pensamiento todavía está allá y sería muy complicado. Ahora mismo sería algo imposible", declara Ferrero, que no cierra la puerta a volver en el futuro con Alcaraz.
"Con la relación que hemos tenido cerrar la puerta definitivamente no sería lógico ni con él ni con el equipo. Yo quiero terminar bien con ellos. No estar de acuerdo en ciertos puntos no significa que no sigamos siendo amigos ni que no mantengamos muy buena relación. Le deseo a Carlos lo mejor y creo que tiene posibilidades de ser el mejor tenista de la historia. Es algo que he dicho en muchas ocasiones. Y, aunque no esté yo, tiene a gente alrededor que le puede preparar muy bien", concluye.
