Con "txupinazo" incluido, recordando las fiestas pamplonicas de San Fermín, más de 20.000 incondicionales españoles volvieron a reunirse en el corazón de Madrid para acompañar a la "Roja" a la soñada final del Mundial de Sudáfrica.
Como una sola voz, todos los aficionados corearon la alineación inicial en la que Vicente del Bosque había incluido a Pedro para conseguir más ataque por la banda izquierda. El jugador del Barcelona, que sustituía al cuestionado Fernando Torres, era el elegido para intentar derrocar a los alemanes, tres veces ganadores del trofeo mundialista.
Los aficionados mostraron mucha lucha ilusión y confianza. "Va a ser complicado pero luchando lo conseguiremos", comentaba minutos antes del duelo Manuel Martín, que junto a su mujer y su hija pequeña acudían a ver el encuentro en las pantallas gigantes con la cara pintada.
El equipo español comenzó el encuentro atacando, sin complejos y con el objetivo de marcar. Precisamente Pedro era quien más peligro creaba desequilibrando por la banda izquierda y permitiendo a Villa jugar más en el centro.
Los fieles de seguidores de la selección observaban cómo se acercaba el descanso y pese a disponer de ocasiones no acababan dentro de la portería germana. Sus caras reflejaban pánico cada vez que la selección teutona rondaba la meta defendida por Iker Casillas. Sin embargo el guardameta madrileño tranquilizaba una y otra vez con sus intervenciones mostrándose infranqueable.
"Tenemos que cerrar el partido cuanto antes", comentaba Javier Rodriguez, estudiante de Bachillerato, con el que coincidían sus compañeros, conscientes del riesgo que supone jugarte el pase a la final en la prórroga o a penaltis.
Comenzaba la segunda mitad y seguían incombustibles los jugadores de del Bosque. Varios disparos rondaron la meta defendida pero sin duda la doble ocasión de la que dispusieron en el minuto doce fue la que volvió a levantar el ánimo de la "marea roja".
La multitud se llevó las manos a la cabeza cuando el colegiado del encuentro no pitó una pena máxima por un falta dentro del área sobre Sergio Ramos.
De dominio absoluto podría calificarse la superioridad que mostró el conjunto español en los primeros compases del segundo tiempo sobre los germanos, incapaces de crear fluidez en su juego.
Todo hacía presagiar la consecución de un gol y así fue. Puyol se encargó de lograrlo en el minuto 73, al rematar de forma excepcional un preciso saque de esquina .
La alegría inundó al instante el "Fan Park", banderas al aire y gritos de alegría para celebrar el gol que momentáneamente ponía a los españoles provisionalmente en la gran final del Mundial.
A pesar de disponer de pocas ocasiones los pupilos de Joachim Löw se pusieron manos a la obra para intentar levantar un encuentro que tenía color rojo. Buscaron con urgencia el tanto del empate pero la defensa española se mostró infranqueable.
Hubo explosión de júbilo cuando el árbitro señaló la conclusión del partido con el que España logró hacer historia al clasificarse para la final de un Mundial.
También en Ceuta varios cientos de personas se han echado esta noche a la calle para festejar la clasificación de España para la final del Mundial de Sudáfrica, después de haber derrotado a Alemania por 1-0.
Según han informado a Efe fuentes policiales, las concentraciones se han producido junto a los dos lugares donde el Gobierno de Ceuta ha instalado esta noche sendas pantallas gigantes para presenciar el encuentro.
Las pantallas se han situado en la Plaza de la Constitución y en la playa de la Ribera, donde decenas de ciudadanos han seguido las evoluciones del partido.
Tras la conclusión del encuentro, los ceutíes se han dirigido hacia diversas fuentes de la ciudad para festejar el triunfo conseguido, ataviados con banderas de España así como camisetas de diferentes jugadores del combinado nacional.
Desde primeras horas de la mañana numerosos balcones de la ciudad han lucido la bandera de España como homenaje a los jugadores de Vicente del Bosque.