LD (EFE)
A media mañana, se habían suspendido entre el 55 y el 60 por ciento de los vuelos en los dos aeropuertos de París y se encontraban cerrados una decena de aeropuertos, según la DGAC, que no preveía problemas particulares -salvo algún retraso- para los aviones que sobrevolaran el espacio aéreo francés.
Las aerolíneas han cancelado durante la jornada de hoy la mayoría de los vuelos que tenían programados entre los aeropuertos franceses y españoles. Air France ha cancelado el 65 por ciento de los trayectos y, aunque no ofreció datos concretos de todas las rutas anuladas, indicó que únicamente se mantienen seis de los veinte vuelos previstos entre Madrid-París-Madrid y otros seis de la veintena de rutas programadas entre Barcelona-Madrid-Barcelona.
Por su parte, Iberia ha suprimido seis frecuencias Madrid-París-Madrid, otras cuatro Barcelona-París-Barcelona; dos Sevilla-París-Sevilla y dos Valencia-París-Valencia. También Air Nostrum indicó que la huelga en Francia ha provocado la anulación de dos vuelos Barcelona-Niza-Barcelona; tres Niza-Barcelona-Niza-Barcelona; cuatro Madrid-Niza-Madrid; tres Niza-Madrid-Niza-Madrid; cuatro Madrid-Lyon-Madrid; cuatro Madrid-Marsella-Madrid; seis Madrid-Toulouse-Madrid; y cuatro Sevilla-París-Sevilla.
En la capital francesa, resultaba prácticamente imposible tomar el tren de cercanías, el metro o el autobús urbano, por lo que la densidad de circulación era muy superior a lo normal, incluidas las aceras, dado que mucha gente optó por ir a pie al trabajo. La compañía de ferrocarriles SNCF comenzó la convocatoria el lunes a las 20.00 locales (18.00 GMT). Además de no circular ningún tren nocturno, sólo circula un tercio de los trenes de alta velocidad y los demás trenes de largo recorrido han sido anulados.
El Gobierno insiste en mantener “el objetivo y el espíritu de la reforma" de las pensiones, pero "no está cerrado al diálogo", según dijo su portavoz, Jean-Francois Copé. De hecho, el ministro de Asuntos Sociales, Francois Fillon, anunció que recibirá a los sindicatos el miércoles, nada más terminada la huelga, "para continuar la discusión" sobre los temas en los que puede ceder.
El primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, sabe que la protesta cuenta con apoyo popular -un 64 por ciento de los franceses, según un sondeo publicado el lunes-, y que las más de 115 manifestaciones previstas en todo el país pueden reunir a más de un millón de personas.
Las aerolíneas han cancelado durante la jornada de hoy la mayoría de los vuelos que tenían programados entre los aeropuertos franceses y españoles. Air France ha cancelado el 65 por ciento de los trayectos y, aunque no ofreció datos concretos de todas las rutas anuladas, indicó que únicamente se mantienen seis de los veinte vuelos previstos entre Madrid-París-Madrid y otros seis de la veintena de rutas programadas entre Barcelona-Madrid-Barcelona.
Por su parte, Iberia ha suprimido seis frecuencias Madrid-París-Madrid, otras cuatro Barcelona-París-Barcelona; dos Sevilla-París-Sevilla y dos Valencia-París-Valencia. También Air Nostrum indicó que la huelga en Francia ha provocado la anulación de dos vuelos Barcelona-Niza-Barcelona; tres Niza-Barcelona-Niza-Barcelona; cuatro Madrid-Niza-Madrid; tres Niza-Madrid-Niza-Madrid; cuatro Madrid-Lyon-Madrid; cuatro Madrid-Marsella-Madrid; seis Madrid-Toulouse-Madrid; y cuatro Sevilla-París-Sevilla.
En la capital francesa, resultaba prácticamente imposible tomar el tren de cercanías, el metro o el autobús urbano, por lo que la densidad de circulación era muy superior a lo normal, incluidas las aceras, dado que mucha gente optó por ir a pie al trabajo. La compañía de ferrocarriles SNCF comenzó la convocatoria el lunes a las 20.00 locales (18.00 GMT). Además de no circular ningún tren nocturno, sólo circula un tercio de los trenes de alta velocidad y los demás trenes de largo recorrido han sido anulados.
El Gobierno insiste en mantener “el objetivo y el espíritu de la reforma" de las pensiones, pero "no está cerrado al diálogo", según dijo su portavoz, Jean-Francois Copé. De hecho, el ministro de Asuntos Sociales, Francois Fillon, anunció que recibirá a los sindicatos el miércoles, nada más terminada la huelga, "para continuar la discusión" sobre los temas en los que puede ceder.
El primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, sabe que la protesta cuenta con apoyo popular -un 64 por ciento de los franceses, según un sondeo publicado el lunes-, y que las más de 115 manifestaciones previstas en todo el país pueden reunir a más de un millón de personas.
