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La Mutua Madrileña vende su antigua sede en la calle Almagro por 120 millones de euros

El consejo de administración de Mutua Madrileña Automovilista ha aprobado por unanimidad la venta a la familia Reig del inmueble situado en el número 9 de la calle Almagro de Madrid, que albergaba su antigua sede, por un importe de 120 millones de euros, según han informaron este jueves fuentes de la compañía, que ha optado por la oferta más alta de todas las recibidas.

LD (Europa Press) Esta operación se encuadra dentro de la política de rotación de inmuebles y reinversión permanente de activos de Mutua Madrileña, de forma que el importe de la venta se reinvertirá íntegramente en la compra de inmuebles a lo largo de este año.
 
El edificio de la antigua sede tiene una superficie total de 16.000 metros cuadrados, distribuidos en doce plantas: cuatro sótanos, planta baja y siete alturas. Fue construido en 1982 y desde su inauguración fue la sede de Mutua Madrileña hasta que, en 2005, la compañía se trasladó a su actual ubicación en el Paseo de la Castellana, 33 de Madrid.
 
Tras la venta de su antigua sede, Mutua Madrileña mantendrá 26 inmuebles, conservando todos sus edificios emblemáticos, como las Torres de Colón, Castellana 110, Edificio Pirámide o la Torre de Cristal, entre otros, con una superficie aproximada de 250.000 metros cuadrados.
 
En los últimos tres años, la aseguradora ha invertido 535 millones de euros en adquirir los inmuebles de Castellana 110, Castellana 31 y Torre de Cristal, edificio que se construye en los terrenos de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid y que, con sus 250 metros de altura distribuidos en 51 plantas, será el edificio más alto de España.
 
Además, Mutua Madrileña ha destinado en los últimos meses más de 50 millones de euros en la adquisición de cuatro sedes para su expansión inmediata fuera de Madrid, en Coruña, Sevilla, Barcelona y Valladolid.
 
En el sector inmobiliario, la entidad adquirió en noviembre de 2005 el 10 por ciento de Inmobiliaria Colonial. La operación le permitió pasar de tener casi exclusivamente oficinas en alquiler a integrarse en una compañía que tiene en su cartera de negocio 1.500.000 de metros cuadrados, repartidos entre oficinas, promoción de viviendas y suelo en explotación.
 
Mediante esta operación también redujo su elevada concentración de edificios en Madrid y reforzaba su presencia en los mercados inmobiliarios de Barcelona o París, además de en la capital.

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