L D (EFE) En una entrevista publicada este lunes en el diario ABC, Solbes comenta que "que establezcamos unos principios generales en los Estatutos después de una negociación global, no me plantea mayores dificultades, pero lo que no veo es cómo encajar el funcionamiento del Estado si cada una de las Comunidades tuviera un sistema de financiación distinto".
Preguntado si entonces la llamada vía catalana es errónea, Solbes comenta que "esa "vía catalana" puede admitir unos principios generales de aplicación que podrían ser válidos para todo el mundo". "Ahora bien -precisa- eso no quiere decir que no haya temas específicos que puedan gestionarse por las Comunidades". A la pregunta de con quién de las "distintas sensibilidades territoriales que hay en el PSOE" se identifica más si con Rodríguez Ibarra o con Maragall, Solbes responde que "no daría por referente ni a uno ni a otro. Hay una norma básica, que es la Constitución, y que hay que respetar".
El ministro añade que es importante "mantener una unidad de mercado en este país, es la gran apuesta para el futuro si queremos ser eficientes y competitivos". Pero, matiza Solbes, "unidad de mercado no quiere decir homogeneización absoluta". Asimismo, afirma que los objetivos de la reforma del IRPF son "mejorar el tratamiento de las rentas de trabajo, hacer un impuesto más fácil y aumentar la equidad entre las rentas más altas y las más bajas". Respecto a la entrada en vigor del texto sobre la reforma fiscal, el ministro de Economía refiere que se enviará al Parlamento en 2005, pero "el debate parlamentario y el paso de la reforma por el Congreso y por el Senado exigen bastantes meses", por lo que dice que nunca barajó que entrara en vigor a primeros de 2006.
Para Solbes "equiparar la tributación de todos los productos de ahorro es una buena opción", por lo que estima que se debe avanzar en esa dirección. En referencia al Impuesto de Sociedades, destaca que "un elemento importante es la referencia internacional en la que compiten nuestras empresas", se muestra partidario "a no tener una fiscalidad diferencial significativa con los países de nuestro entorno" y destaca como "otra premisa básica y fundamental la de disponer de los recursos suficientes para llevar a cabo las políticas de gasto previstas".
Preguntado si entonces la llamada vía catalana es errónea, Solbes comenta que "esa "vía catalana" puede admitir unos principios generales de aplicación que podrían ser válidos para todo el mundo". "Ahora bien -precisa- eso no quiere decir que no haya temas específicos que puedan gestionarse por las Comunidades". A la pregunta de con quién de las "distintas sensibilidades territoriales que hay en el PSOE" se identifica más si con Rodríguez Ibarra o con Maragall, Solbes responde que "no daría por referente ni a uno ni a otro. Hay una norma básica, que es la Constitución, y que hay que respetar".
El ministro añade que es importante "mantener una unidad de mercado en este país, es la gran apuesta para el futuro si queremos ser eficientes y competitivos". Pero, matiza Solbes, "unidad de mercado no quiere decir homogeneización absoluta". Asimismo, afirma que los objetivos de la reforma del IRPF son "mejorar el tratamiento de las rentas de trabajo, hacer un impuesto más fácil y aumentar la equidad entre las rentas más altas y las más bajas". Respecto a la entrada en vigor del texto sobre la reforma fiscal, el ministro de Economía refiere que se enviará al Parlamento en 2005, pero "el debate parlamentario y el paso de la reforma por el Congreso y por el Senado exigen bastantes meses", por lo que dice que nunca barajó que entrara en vigor a primeros de 2006.
Para Solbes "equiparar la tributación de todos los productos de ahorro es una buena opción", por lo que estima que se debe avanzar en esa dirección. En referencia al Impuesto de Sociedades, destaca que "un elemento importante es la referencia internacional en la que compiten nuestras empresas", se muestra partidario "a no tener una fiscalidad diferencial significativa con los países de nuestro entorno" y destaca como "otra premisa básica y fundamental la de disponer de los recursos suficientes para llevar a cabo las políticas de gasto previstas".