Como ya comentábamos la semana pasada, la fauna famosil ha cogido sus bártulos y se ha ido hacia la playa, aprovechando el inicio del verano. Lo cual, nos deja un poco desamparados en la jungla de asfalto, sin una triste fiesta en la que criticar los modelazos de nuestras celebrities.
Así que no tenemos otro remedio que poner el ojo crítico más allá de nuestras fronteras, donde el famoseo internacional también se tropieza con el mal gusto, de cuando en cuando. Y el primero en aparecer en nuestro ránking es el ¿modelo? ¿futbolista? David Beckham. Le vemos en las afueras de un gran centro comercial, ejerciendo de padrazo con algunos de sus vástagos. Y el modelo no podría ser más desconcertante: el rubio británico tapa su cabellera con un cálido gorro, y a la vez remanga las perneras de sus pantalones de chándal. Como dudamos que Beckham haya salido de esta guisa para pescar cangrejos, no nos queda más remedio que darle un pequeño tirón de orejas, por desarreglao.
La segunda en pasar por esta pasarela tiene más delito, porque es reincidente. Katie Holmes –la mujer del cienciólogo más famoso del planeta- se ha ido a disfrutar de un día de playa con su pequeña. El modelo exhibido, desde luego, no ha sido el más acertado. En las fotografías la vemos saliendo del agua con un pantalón vaquero rosa chicle, y un bikini granate, que resulta todo lo desfavorecedor que puede. Como buena celebrity que es, Holmes no olvida de ponerse sus gafas de sol para darse un chapuzón en el mar, haciendo uso de esa técnica de los famosos que es ocultarse tras las gafas para pasar desapercibido...aunque irónicamente, llame mucho más la atención alguien bañándose de esta guisa. El atuendo, unido a su enfermizo aspecto –demasiada pérdida de peso, Katie- hace imposible que nos olvidemos de ella en esta pasarela del desacierto.
Completan la lista dos famosos patrios. La primera es la espectacular Nieves Álvarez, que debió de despertarse algo desconcertada de la siesta y pensó que estábamos en plenas fiestas navideñas. Porque si no, no entendemos cuál es el significado de vestirse como una burbuja Freixenet en pleno junio. En la revista dicen que lleva un "espectacular mono de paillettes", "con un cinturón de Zuhair Murad", pero eso da lo mismo. No importa cómo se apellide el modelo. Si este atuendo es del gusto de la modelo, y le agrada parecer un pomposo regalo, le recomendamos que reserve el trapito para la temporada otoño-invierno. A ser posible, en Nochevieja.
Y por último, nos despedimos con un descubrimiento. El hijo de Ana Obregón y el Conde Lequio, Álex, es incuestionable que se ha hecho un hombre; pero también es perfectamente discutible que tenga gusto para escoger ropa. Le podemos ver en semana con una camiseta lucebrazos, de las que gustan de comprar los hombretones de gimnasio. Álex debe admirar mucho la etapa de Will Smith en El Príncipe de Bel Air, porque opta por ponerse la gorra ladeada, al puro estilo del rapero de Philadelphia en los 90. Un cuadro, Álex.