Victoria y Daniel abandonaron el pasado domingo de madrugada su propia fiesta de boda en el Palacio Real para dirigirse al aeropuerto de Arlanda y de allí tomar un jet privado, señala el tabloide Expressen, que no revela sus fuentes.
Tras hacer dos escalas en Keflavik (Islandia) y Vancouver (Canadá), el avión aterrizó en el aeropuerto de Papeete en Tahití el lunes de madrugada.
En Tahití les esperaba un yate de lujo para llevarles de crucero por las islas de la Polinesia, según el tabloide Aftonbladet. La Casa Real sueca ha confirmado que los novios se encuentran de viaje, pero no ha desvelado el destino.
La boda de Victoria, de 32 años, y Daniel, de 36, reunió a la realeza europea y a las principales autoridades suecas, y cerca de medio millón de personas siguieron las celebraciones y el cortejo nupcial por las calles de Estocolmo. Los novios se conocieron hace nueve años cuando él era el monitor personal de la princesa en un gimnasio de Estocolmo.