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Otegi se ciñe a la estrategia de Batasuna a un mes de las elecciones vascas

Concede una larga entrevista desde la cárcel de Logroño y mantiene la estrategia trazada por Batasuna para el proceso electoral.

En prisión parece no haber perdido demasiado el tiempo. Además de recibir en la cárcel de Logroño a periodistas como María Antonia Iglesias, el exlíder de Batasuna, Arnaldo Otegi, ha tenido tiempo de contestar el cuestionario de un periodistaque ahora publicará un libro con esas respuestas. Este fin de semana, Gara –órgano de propaganda de los proetarras– ofrece un adelanto del libro que recogen las agencias de prensa.

El discurso de Otegi no se separa de lo manifestado hace tiempo y continúa la estrategia que Joseba Álvarez describió hace pocas semanas con pasmosa claridad en una entrevista concedida a una televisión bolivariana.

En este sentido, destaca la llamada "estrategia del reconocimiento del dolor". Álvarez contaba que en la estrategia secesionista de Batasuna, tocaba ahora el reconocimiento del dolor "por todas las partes del conflicto", es decir, el conocido y viejo empeño de ETA y su entorno de que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado pidan disculpas a los terroristas por perseguirlos, detenerlos y encerrarlos en prisión.

Memoria selectiva de un terrorista

En esta línea, Otegi dice pedir sinceras disculpas a los colectivos de víctimas por si, durante su papel como líder de Batasuna, hubiera añadido dolor a aquellas familias rotas por el mazazo asesino de ETA. En cualquier caso, parece tener una memoria selectiva. Arnaldo Otegi fue terrorista de ETA desde que tenía 18 años hasta comienzos de 1993, cuando se integró en KAS tras pasar 6 años en prisión por el secuestro del empresario Luis Abaitua. En cambio, en este libro de entrevistas, el preso dice que perteneció a la banda terrorista "durante el franquismo". No en vano, Otegi secuestró, colocó bombas, hizo seguimientos y participó en el proceso de recaudación de la banda mediante la extorsión que la banda llama "el impuesto revolucionario".

En cuanto a las vías para conseguir los objetivos secesionistas a los que nunca ha renunciado, Otegi curiosamente habla de "lucha pacífica", aunque no se arrepiente de su pasado terrorista. "No soy hipócrita", dice.

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