El debate sobre el liderazgo es la causa. La postura frente al independentismo, la consecuencia. La ausencia de una dirección federal fuerte se traduce en que el PSOE tiene tantas voces como posturas distintas sobre el modelo de estado que defienden tras el reto independentista lanzado por Artur Mas. No quedan exentos otros temas como la línea y tono de la oposición, la postura frente al rescate o la participación en las manifestaciones en la calle, pero Cataluña evidencia con más claridad la imposibilidad del PSOE para articular una postura común entre la dirección federal y su filial regional, el PSC, y que, paradójicamente, tiene su punto de encuentro en el federalismo.
El nuevo alejamiento viene provocado por la decisión del PSC de incluir en su programa electoral el "derecho a decidir". La cuestión no menor de celebrar un referéndum es defendida por el líder catalán, Pere Navarro, pero matizando que él y el PSC estarían por el "No" en una consulta, ha dicho en una entrevista a TVE. Una postura clara que, según defiende, contrasta con la de CiU: "No sabemos qué votará Mas". Su apuesta es la España federal, argumentando: "Cuando estamos construyendo Europa y quitando fronteras al mapa, ¿cómo es posible que alguien tenga necesidad de pintar otras fronteras?". Añade que no le gustaría tener que viajar de Barcelona a Madrid con "otra moneda en el bolsillo o pasaporte" y considera el asunto como una "cortina de humo" de Mas para camuflar su gestión.
La oposición a la posición catalanista llega desde fuera de Cataluña, pero con muchos matices. El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, no comparte "la fórmula del derecho a decidir" que plantea el PSC en su programa electoral, aunque entiende que los socialistas catalanes hayan entrado en este debate porque es permanente en Cataluña estos días. En una entrevista concedida a Onda Cero, Rubalcaba reconoce que, como partido autónomo, el PSC defiende en ocasiones cosas con las que el PSOE no está de acuerdo, pero subraya que sí comparten "lo esencial", que es que Cataluña siga formando parte de España.
La cuestión se debate también esta mañana en la Ejecutiva Federal del PSOE ante la necesidad de proyectar una única voz de cara a la campaña electoral de Cataluña, pero no es fácil. No son pocos los que se mueven entre dos aguas para no hacer más patentes las discrepancias. El barón manchego Emiliano García-Page, cree "en el derecho a decidir de todos, de forma compartida. Es lo que nos ha ido funcionando muy bien desde la Constitución de 1978". A su llegada a Ferraz, Page aseguró que "no hemos experimentado nadie, tampoco Cataluña, un mejor momento que desde la Constitución del 78" y en este punto, dejó caer una defensa velada del pacto fiscal que solicita el PSC: "Sinceramente creo que tienen derecho a un trato singular, así lo reconoce también la Constitución del 78. Nos hemos olvidado del concepto de nacionalidad. Quizás hay que recuperarlo y esforzarnos entre todos en unirnos más, en establecer lazos de unión porque seguramente hay gente que se siente agraviada. Creo que hay que trabajar mucho con la inteligencia, con el corazón y con la cabeza".
Otra posición es la del líder vasco, Patxi López, quien evita pronunciarse por el referéndum y el derecho a decidir. En lo que cree López es en el autogobierno. "Yo en Euskadi lo que he defendido, y creo que es la mejor solución, es el autogobierno. El autogobierno es lo que pone en nuestras manos los instrumentos para decidir lo que afecta a la vida de las personas. Es un camino muy ancho en el que nos podemos encontrar los distintos teniendo derechos iguales y lo que mejor representa la singularidad y la diversidad de este país".
Así las cosas, la posición de la oposición sigue siendo un imposible encaje de bolillos.