Los desahucios se han convertido de la noche a la mañana en el problema número uno aunque éstos se hayan producido siempre. La portada de El Mundo está dedicada en gran parte a este asunto. "La banca frena los desahucios de jubilados y enfermos graves", titula.
Sin embargo, el diario de Pedro J. no dedica ningún editorial al asunto y es Salvador Sostres el que mete el dedo en la llaga. En su opinión, "lo que ha fallado en España no ha sido el sistema, ni los bancos, ni las hipotecas, sino la gente. La gente que ha estirado más el brazo que la manga sin ningún tipo de reparo, la gente que ha firmado hipotecas como si firmara autógrafos, sin leer la letra pequeña ni grande, la gente que se ha endeudado con total frivolidad".
El diario ha preferido dedicar su editorial a la huelga general, "una huelga inútil, insolidaria e irresponsable". Afirma el periódico que "el momento, pues, no puede ser más inoportuno ni más dañino. La huelga no perjudica al Gobierno, sino al conjunto de los españoles". Además, añade que "calificar de irresponsables a los sindicatos convocantes, no es una crítica, sino una descripción cabal de su comportamiento".
Mientras tanto, El País sí que centra su diario en los desahucios. Titular de portada, cinco páginas interiores, editorial y artículos de opinión. Todo un combo. El diario de Prisa titula que "la banca paraliza los desahucios en caso de extrema necesidad". En su editorial, titulado "la fuerza de la razón", asegura que "la raíz del problema no es la insolvencia de los ciudadanos más vulnerables y más castigados por la crisis. Es importante elevar el llamado ‘mal de exclusión’ para que no solo se beneficien de las nuevas medidas los que estuvieran prácticamente en la indigencia. Extender el alquiler social y dar salida así a ese amplio parque de viviendas vacías es una buena opción".
Rosa Montero se pone además ‘pancartera’ y da "ánimos" a los que luchan contra los desahucios. "Esta batalla no ha hecho más que empezar: no solo hay que seguir exigiendo que nadie más pierda su casa, sino que hay que hacer algo con las 400.000 familias que ya la han perdido y que, en muchos casos, siguen esclavizadas a sus bancos con deudas de por vida. En fin, ni siquiera la gran peste de 1348, la más devastadora de la historia, acabó con los humanos. Somos bichos tenaces. No hay que resignarse: sigamos reclamando lo que es justo aunque sea con los corazones remendados y patas de palo. Ni un desalojo más. Saldremos adelante".
La Razón anuncia la "contrahuelga". El diario de Planeta afirma a toda página en su portada que "se suma a la campaña ciudadana que pida cambar sindicatos por solidaridad y donar un kilo de comida a Cáritas o al Banco de Alimentos en vez de secundar el paro". Ahora que está de moda el tema de los desahucios el diario asegura que "el coste de un paro total el 14-N habría evitado el 80% de los desahucios" puesto que se pueden perder hasta 4.100 millones.
Y Ussía ha aprovechado las palabras de Oriol Pujol para dar un nuevo espaldarazo al Rey. En su opinión, el dirigente de CiU "nos ha recordado a los españoles que el Rey es el garante de nuestra Constitución". "Defender la figura del Rey se ha convertido en una especie de delito no contemplado en el Código Penal".
La Gaceta prefiere centrarse en la división en el PP de Madrid por el caso de La Princesa. "Bronca en el PP de Madrid", titula el diario de Intereconomía. Dice el periódico en su editorial que "la frivolidad" de Botella "ha abierto la caja de los truenos en el Partido Popular de la capital". Asegura además que "el PP madrileño ha dejado de ser la joya de la corona de Rajoy para convertirse en un quebradero de cabeza".
Por último, ABC titula que "las constructoras pagaban el 65% de la fundación de Convergencia". Así, habría recibido 6,5 millones de euros entre 2002 y 2008 procedentes del Palau y de sociedades beneficiadas con la concesión de contratos públicos.
El diario de Vocento considera en su editorial que se está poniendo "un parche contra los desahucios". Asegura que "toda medida destinada a atenuar la crisis de los desahucios es bienvenida, pero aún más importante es reordenar la legislación hipotecaria para evitar este tipo de situaciones".