La exportación española de material de Defensa se redujo sensiblemente en 2012. Así lo explicó este miércoles el secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz, quien cifró esa disminución en un 20 por ciento menos respecto a los datos de 2011, lo que representó un montante económico total de 1.953,5 millones de euros. Aun así, esta cifra es superior al montante exportador de los años 2009 y 2010, cuando se situaron en 1.346 y 1.128 millones de euros, respectivamente.
Dos de los principales clientes fueron Australia y Venezuela, que representan un 35,2 por ciento del total. El país austral llevó a cabo compras por un valor de 505,7 millones de euros, consistentes en un Buque de Proyección Estratégica –gemelo del español LHD Juan Carlos I–, componentes del sistema de comunicaciones para otros buques de guerra, componentes de bombas de aviación y una oferta para un programa de adquisición de submarinos –programa S-80–.
En el caso de Venezuela, tercer cliente español, por detrás del Reino Unido, la factura se elevó hasta 182,4 millones de euros, traducidos en la compra de un patrullero oceánico de vigilancia, bloques para la construcción de un buque de vigilancia del litoral, diversos juegos de herramientas, consumibles y repuestos para cañones instalados en patrulleros oceánicos de vigilancia de la zona exclusiva económica y partes y piezas de un avión de transporte y salvamento.
Las ventas a los socios de la Unión Europea se mantuvieron estables, consecuencia de la participación de varias empresas españolas en programas de cooperación conjunta, como los del caza Eurofighter, el avión de transporte A400M, el avión cisterna A220 MRTT, el helicóptero de ataque Tigre y los misiles Taurus, Meteor e Iris-T, entre otros.
Durante su comparecencia en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados, García Legaz informó de que en 2012 hubo siete denegaciones de operaciones de exportación de este tipo de material. La primera fue a Libia, que quería una demostración de un avión de transporte militar. Otras tres fueron a Bahréin, consistente en gafas de visión nocturna, un sistema de observación y diversos sistema de tiro destinados a torretas móviles. Las últimas tres denegaciones tuvieron como protagonista a Costa Rica y los productos eran diferentes tipos de pistolas y revólveres de distinto calibre.
Material policial, armas deportivas y doble uso
Sí aumentaron, por el contrario, las exportaciones de material policial y de seguridad, la venta de armas deportivas y de caza, y la tecnología de doble uso. En el primero de los casos, el montante económico de las ventas ascendió hasta 3,5 millones de euros, siendo Túnez, Venezuela y Brasil los principales compradores.
En cuanto a las armas de caza y deportivas, las ventas superaron los 34 millones de euros. El principal cliente fue Estados Unidos, que fue el destino del 18, 5 por ciento del material. Las operaciones restantes se repartieron entre otros sesenta países. Un 70,6 por ciento de estas exportaciones estuvo constituido por cartuchos de caza.
En este segmento, hubo trece denegaciones de venta durante 2012, que afectaron a intentos de compra de material desde Canadá, Guinea Ecuatorial, la región serbia de Kosovo, Bielorusia, Mali (cuatro negativas), Argentina, Andorra (dos negativas) y Estados Unidos.
En cuanto a los productos y tecnologías de doble uso, un 2012 hubo un notable ascenso de un 235,5 por ciento y el montante económico ascendió hasta 256,9 millones de euros. El principal cliente fue Estados Unidos al que se vendió el 39,1 por ciento de todo el material. Destacan dos generadores de vapor destinados a una central nuclear, varios tipos de sustancias químicas, óxido de uranio para centrales nucleares, dos helicópteros no tripulados y varias cámaras infrarrojas.
Irán fue el segundo cliente de este tipo de tecnologías, con un 13,3 por ciento de las ventas, todas las cuales fueron analizadas con especial atención por la Secretaría de Estado de Comercio, teniendo en cuenta las sanciones de las Naciones Unidas y de la Unión Europea a este destino.