No sólo David Cameron se confiesa "muy preocupado" por la escalada de tensión de Gibraltar, también el resto de grupos políticos británicos evidencia cierto nerviosismo por el conflicto en torno al Peñón. Las reacciones ante las medidas tomadas por el Ejecutivo británico (el lanzamiento de bloques de hormigón…) han sido para todo los gustos, pero en su mayoría se han centrado en pedirle a Cameron más mano dura con España.
Desde el partido laborista, la diputada Kerry McCarthy, ha reaccionado ante la posibilidad de que España imponga una tasa de de entrada y salida del Peñón, considerándolo "intolerable". La también responsable de Asuntos Exteriores del partido, exigió al gobierno de Cameron una respuesta "contundente", apoyándose en los "retrasos innecesarios y molestia a la gente que cruza la frontera".
Pero quien ha dado un paso más allá ha sido el eurodiputado William Dartmouth, miembro del antieuropeísta y ultraderechista "UK Independence Party". "Por una vez, el Gobierno británico debería demostrar tener agallas y apoyar al pueblo de Gibraltar. Enviando una fragata el mensaje quedaría bien claro: Gibraltar es británico", señaló, según recoge Daily Mail. Y aún fue más allá, señalando que "ha llegado el momento de que el Gobierno conservador despierte y deje de balbucear finuras diplomáticas al gobierno de Madrid". A renglón seguido, añadió que nuestro país "está en una situación difícil con la mitad de sus jóvenes en paro . Necesitan una distracción para ganar tiempo y las protestas sobre el Peñón de Gibraltar encajan bien en este contexto".
Esta tesis expuesta por el el extremista Dartmouth es compartida por buena parte del arco parlamentario británico,que sostiene que el gobierno de Mariano Rajoy está utilizando el conflicto como pantalla para "esconder" los graves problemas que atraviesa su Ejecutivo. "Los españoles están en profundos problemas. Su economía está atravesando graves dificultades. Ellos han aupado la cuestión de Gibraltar para generar un apoyo social", dijo el ‘tory’ Andrew Rosindell.