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La prensa pone al príncipe ante un reto imposible y le pinta un panorama negro

La prensa reacciona al soponcio que le dio ayer con desmesura de elogios al Rey y pintando una situación al borde del precipicio.

El Mundo le cuenta al príncipe la que le ha caído encima desde el minuto uno. "Felipe VI afronta el relevo en plena crisis institucional". "Será proclamado Rey este mes tras pactarlo don Juan Carlos con él, Rajoy y Rubalcaba". Y se encuentra con que "Mas mantiene su reto soberanista" e "IU, Podemos y Equo piden un referéndum". Así dicho parecen muchos, pero en millones de habitantes tampoco son tantos, no se crean. El repaso por el Rey y su obra corre a manos de Victoria Prego. "El Rey necesario. Así hizo posible Juan Carlos I que España se convirtiera en una democracia tras cuarenta años de franquismo". Básicamente, lo que ya dijeron cuando murió Suárez pero cambiando su nombre por don Juan Carlos. Escriben importantes analistas como Zapatero, Jesús Posada, Valenciano, Cayo Lara, Oriol Junqueras... y Pablo Iglesias. Casimiro, qué friki eres, que diría Arriola.

Empieza el editorial recordando al Rey Urdangarín, Botsuana, etc, pero dice que "no sería justo examinar su labor por los años finales de su reinado", así que también menciona "que impulsó el tránsito de la dictadura a la democracia". Y se va creciendo, se va emocionando, hasta acabar en un grito: "¡Gracias, Majestad!". Dicho esto, "el desprestigio de la Corona ha ido creciendo con el paso del tiempo y el resto de las instituciones está en los niveles más bajos desde el inicio de la democracia". Ya le avisa a Felipe que las europeas han dejado un panorama de agárrate y no te menees, "con formaciones radicales de izquierda e independentistas" que, sabrá Alteza, que "no cuentan con la monarquía". "Don Felipe asumirá la Corona en condiciones difíciles", pero no hay problema, "representa lo mejor de la Corona en estos momentos". Para animarle le suelta el topicazo de "don Felipe es un hombre de su tiempo" que tendrá que "reinventar" la monarquía. Ahí es nada. Una cosa tan vieja como la monarquía. Seguro que ya no venden los materiales de los que está hecha. Y acaba tirando de símiles marineros, por eso de que al príncipe le gusta navegar. "En este mar con marejada le toca tomar el timón de la nave a Felipe VI", un muchacho "capacitado para virar el rumbo y enfilar el horizonte". Y que Dios reparta suerte. Santiago González acaba de poner al príncipe los vellos como escarpias. "Resulta difícil de entender el momento" de la abdicación. "La crisis económica viene acompañada por la crisis política, la desafección del secesionismo catalán y las apetencias del vasco, la crisis de los dos grandes partidos con uno de ellos en riesgo de implosión. No hay peor situación imaginable. Si la Casa Real ha decidido que este es el momento, ha de ser forzosamente porque considera que el camino del declive no tiene retorno. De otra manera, habría sido mas lógico que el Rey echara el resto para transmitir a su hijo la Corona en momentos menos tormentosos". Sí hombre, y que te caigan los escombros. Vamos, que el Rey se ha hecho un tonto el último.

El País, respetuoso con el juancarlismo, le deja el protagonismo al Rey. "El Rey abdica para impulsar las reformas que pide el país". Prisa, siempre barriendo para casa, se refiere a la reforma de la Constitución, claro. Dice que "don Juan Carlos esperó a las elecciones europeas para pronunciar su resolución" y que la Zarzuela dice que "no han influido ni la salud ni la coyuntura política". Y entonces, ¿qué mosca le ha picado? Cebrián empieza su artículo dándole al Rey un "sobresaliente cum laude" en utilidad. A ver cómo supera eso Felipe. "La sucesión en el trono se va a producir en momentos especialmente delicados", sobre todo el catalán. "La exasperante pasividad del Gobienro a este respecto no ha hecho sino empeorar las cosas", así que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid hay que reformar la Constitución. "Una reforma adecuada del sistema constitucional, pactada entre las fuerzas políticas y sometida a la consulta y aprobación de los españoles, ayudaría mucho a que el reinado de don Felipe sea tan fructífero y duradero como el de su padre". Pobre Felipe, qué lastima me da. Al lado de Cebrián, el flamante director de El País, Antonio Caño, le echa un cable a don Felipe con los consejos del abuelo cebolleta y le dice que no le haga ni caso a Janli, que también está ya mayor. "Algunos modelos del pasado están ya agotados, como lo están algunas de las figuras que los desarrollaron. El clamor del país por aire fresco, nuevas ideas y nuevas energías es evidente para todo aquel que esté en contacto con la calle. Don Felipe tiene una oportunidad para levantar el ánimo de sus compatriotas". En el editorial la "neutralidad del Rey respecto a las contiendas partidistas y el escrupuloso respeto a los procesos constitucionales". Sólo faltaba, chicos, ¿eso os extraña? Acostumbrado a los excesos, también se pasa de frenada con el príncipe. "España atraviesa por múltiples problemas, desde la desafección de una parte de la ciudadanía hacia los resultados del sistema" hasta Cataluña. Pero "el heredero de la Corona ha dado sobradas muestras de saber estar y de saber hacerlo". Don Felipe parece un tío majo, pero de momento no ha dado muestras de nada. Será para que no se asuste y coja las de Villadiego, porque "no solo hereda un reinado de paz, progreso y entendimiento, sino problemas de muy diversa índole en los que se espera al futuro rey".

ABC titula con un textual del mensaje del Rey. "Mi única ambición: el progreso en libertad de todos los españoles". El editorial dice que "sólo a don Juan Carlos correspondía valorar la oportunidad de esta decisión" y que la ha tomado "en un periodo en el que había dado un impulso innegable a su actividad institucional que ha demostrado no solo la recuperación, notoria a todas luces, de su estado físico sino también su voluntad de ejercer la alta magistratura del Estado con plena dedicación". O sea, que está como una rosa, se siente como un chaval y con una energía que ya quisiera yo. Y por eso abdica, explica ABC. "Abdica cuando su imagen ya no es la de un monarca quebrado por la salud ni vencido por los acontecimientos, sino la de un Rey que, atento a los designios del tiempo que está viviendo la Nación, a la existencia de una opinión pública mucho más exigente y al peso de los errores cometidos en el pasado, cede el testigo de una Corona revitalizada". ¡Ángela María!, claro. Se va porque está todo fenomenal y él quiere disfrutar de un retiro tranquilo plantando tomates y yendo con el Inserso a Benidorm mientras su hijo se ocupa de una empresa que va viento en popa. En esto, ABC no las tiene todas consigo y nos carga el mochuelo a los demás. "El debate sobre los costes políticos de esta abdicación no recae sobre don Juan Carlos, sino en la capacidad de España y de los españoles de asimilar estos acontecimientos como una evolución natural de nuestra historia, y no como una oportunidad alevosa para desmontar el sistema político. Don Juan Carlos abdica, pero la Corona permanece".

La Razón se lo pone feo al príncipe desde el titular. "El reto de un Rey". El editorial pone por las nubes al Rey, el "artífice de la creación del estado democrático", que se va "con el orgullo del deber cumplido", así que a ver cómo lo hace ahora Felipe. Es un hombre "respetado por sus virtudes, con una sólida formación" que tiene "un carácter afable, cercano y cálido". "Del mismo modo que España ha sido muy afortunada al contar con don Juan Carlos como jefe del Estado desde el año 1975, también ahora los españoles nos podemos sentir afortunados por contar con un sucesor de la calidad humana, intelectual y profesional como don Felipe", dice como echándole unas migajas. Marhuenda se pasa hoy al bando de los del ha abdicado "en el momento oportuno" pese a que siempre se manifestó en contra. "Es un acto generoso de renuncia para dar paso a un nuevo jefe del Estado al que le tocara pilotar en estos tiempos nuevos". Eso sí, que sepa el nuevo que "don Juan Carlos siempre será el gran Rey de España", que no se haga ilusiones el príncipe. Pobre chaval, además de tener a su padre todo el día dándole la barrila -'así no se hace, yo lo haría de aquella manera'-, va a tener a Marhueda recordándole lo bueno que era su padre. No me gustaría nada estar en su pellejo. Ussía es uno de los pocos que no se apunta hoy al carro de aplaudir la abdicación "Nos ha hecho una faena a millones de españoles. Los tiempos de su vida los establece Su majestad, pero su permanencia era deseable. A quien le escribe, este asunto inesperado le ha jeringado bastante".

La Vanguardia le dice al príncipe que ha llegado su hora. "La hora de Felipe VI". Mientras cuenta en portada que "la decisión del Rey coge por sorpresa incluso al príncipe" y que "ayer todo se precipitó", dice en el editorial que "no estamos ante una decisión improvisada. El Rey ha medido bien los tiempos, ha comunicado la decisión en el momento adecuado". A ver si nos aclaramos. Y también escribe un artículo el conde de Godó, más bien frío, poco sentimental, en el que agradece al Rey "el generoso apoyo que siempre encontré tanto en él, como en su padre" para mantener La Vanguardia. Ya, pues de nada, que seguro que el apoyo salió del bolsillo de todos.

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