Elena Máñez, directora de Igualdad del Gobierno canario, abogó durante una conferencia en un instituto de Secundaria en Fuerteventura por abolir el "amor romántico" porque "el amor debe basarse en una relación entre iguales, nunca en una subordinación"
Según Máñez, "es necesario deconstruir el modelo de amor romántico, por el que las chicas creen que lo deben aguantar todo y los chicos consideran que deben ser dominantes y protectores, para posibilitar relaciones afectivo-sexuales más igualitarias y prevenir la violencia machista entre adolescentes y jóvenes".
"Este modelo de amor romántico, no solo es sexista, sino doblemente restrictivo ya que es la resultante de la combinación del amor patriarcal y del amor heteronormativo, lo que supone negar o que sea invisible la diversidad afectivo-sexual. Nunca nos contaron un cuento de dos princesas o dos príncipes".
La directora del organismo autónomo de Igualdad se mostró dispuesta a acabar con el mito de la media naranja. "A las mujeres nos enseñan a pensar que estamos incompletas sin una pareja para poder completar la mitad que nos falta", recalcó Máñez, pero "no somos la mitad de nadie, somos seres completos y capaces de elegir nuestras opciones".
También se mostró partidaria de acabar con las "las historias literarias, películas o series que ensalzan que todo vale, como los celos, la entrega absoluta o incluso el maltrato, y que se puede morir por amor. "Por esas ideas erróneas de las relaciones", alertó a los alumnos, "muchas mujeres sufren violencia, dolor y frustración".
"Debemos desterrar el binomio dominador-dominada", recalcó Máñez. "El amor debe basarse en una relación entre iguales, nunca en subordinación. Por amor nadie debe perder su identidad y el amor no debe implicar dependencia ni sufrimiento", manifestó.
Mánez indicó que en esos relatos o historias se define a los hombres como fuertes, poderosos y/o protectores y a las mujeres como seres inocentes y débiles, bellas y a ser posible vírgenes, "estereotipos arcaicos que no se corresponden en absoluto con la realidad". "Los mensajes de esas historias también fomentan nuevos mandatos de género que fomentan la hipersexualización de las niñas y jóvenes para adaptarse a los nuevos modelos de príncipe azul", señaló la directora del Instituto Canario de Igualdad.