Antonio Maíllo, coordinador de IU en Andalucía, que se presentó como gente de fiar acusó a Susana Díaz de no ser fiable. "No creemos ni una sola palabra de lo que ha dicho", le espetó martilleando com "quien no la conozcas que la compre". Susana Díaz respondió que IU quiere repartir miseria no riqueza y que IU resoplabas por la herida de un retroceso electoral sin precedentes.
Maíllo acusó a Susana Díaz de haberse derechizado y de estar propiciando la presencia de multinacionales en Andalucía en vez de propiciar la economía de menor escala de pequeñas y medianas empresas y/o autónomos. De hecho, sacó a relucir las fotos con banqueros que se ha hizo Susana Díaz en los últimos 20 meses en que fue presidenta de la Junta. Maíllo acusó a Díaz de incentivar económicamente a los bancos, provocando la reacción de Susana Díaz, que lo acusó de mentir porque incentivar a los bancos es ilegal. Maillo leyó el discurso textual de Díaz donde lo proponía y Díaz se indignó en el escaño.
Igualmente, acusó a Díaz de haberse olvidado de los Ayuntamientos y de la financiación autonómica, de Andalucía y de los desahuciados. Como ya es habitual, pidió combatir las privatizaciones, alejar las tentaciones neoliberales como lo de "crecer para repartir".
Respecto a la corrupción, Maíllo dijo que las propuestas de Susana Díaz eran volátiles e inconcretas. Por ello, propuso que el órgano u oficina de gestión sobre la corrupción fuese de extracción parlamentaria y pidió dos comisiones de investigación, una sobre los cursos de formación y otra sobre la Gürtel andaluza.
No gustó a Izquierda Unida la reforma electoral propuesta ayer por Susana Diaz de la que dijo pretende más que nada apuntalar o reconquistar el bipartidismo mediante la segunda vuelta.
Finalmente anunció su NO rotundo a la investidura de Susana Díaz, que ya se conocía y probablemente tanto en la primera votación como en la segunda. "Mireme a los ojos, señora Díaz: usted no es de fiar". La candidata le acusó de manipular los datos y de mentir sobre la venta de 22.000 viviendas públicas, que IU no detuvo cuando pudo.
Susana Díaz insistió desde el principio en la contundencia del hecho electoral. El fracaso de IU en las elecciones celebradas en 22 de marzo debería conducir a sus dirigentes a una mayor humildad y a reconocer que la izquierda de expresa según diferentes formas.
Igualmente, recordó que todo lo que denunciaba ahora Izquierda Unida lo habían compartido en el gobierno de coalición que protagonizaron los últimos 2 años y que, así lo dijo, fue IU quien lo dinamitó.
Además, sentó la tesis de que ella quería crecer para repartir riqueza y no miseria, a lo que Maíllo respondió que sabía IU que Susana Díaz había hecho un pacto con el Ibex 35.
Susana Díaz subrayó que de las 135 propuestas que había hecho, IU no las había tenido en cuenta y acusó a Maíllo de coincidir con el PP en dos cosas: en haberse traído sin leer ni escuchar un NO a la Cámara y en tratar de que haya nuevas elecciones, también de la mano del PP.