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Jabois alerta de los planes de Iglesias contra "los que se resistan a entrar en razón"

Hoy se aleja el frente popular y se acercan las elecciones. Tomen algo para no marearse, aún quedan tres semanas de bailoteo.

El Mundo dice que "Sánchez ultima un acuerdo de legislatura con Rivera", no se sabe si para dar celos a Pablo o porque ya no se ajuntan. Federico Jiménez Losantos dice que es que la última oferta de Iglesias "es tan brutal que la formación morada debería rebautizarse Banda del Moretón. Esperamos el sabio dictamen blanqueador de Elvira Lindo, que dice que en Rita Maestre se juzga a una generación y no, como cree el vulgo faccioso, un delito. Para no quedarse atrás en la carrera del cambio, cabría someter a la consideración del soviet podemita esta idea visual: los miembros sociatas del Gobierno Macho aparecerán siempre de espaldas y con el monigote de 'Inocente, Inocente'. O sea, culpable".

Casimiro García-Abadillo dice que Podemos "tiene la sartén por el mango" negocien lo que negocien Rivera y Sánchez. Su única duda es "si es mejor aprovechar la debilidad de Sánchez para lograr una cuota de poder paritaria o hacer fracasar las negociaciones para forzar nuevas elecciones y vapulear a los socialistas", menudo dilema, peor que el de Hamlet, qué duda cabe, no me gustaría estar en su pellejo. "Iglesias cree que Sánchez tragará finalmente si Podemos maquilla la cuestión del referéndum en Cataluña". Y dale molinos con el referéndum. Parecen de ERC. A ver cómo les cuenta a los cinco millones de incautos que le votaron por la calefacción gratis de que la prioridad es Cataluña. Lo mismo le mandan al carajo, con la rasca que hace. Santiago González, siempre tan guasón, se chotea del programa de Pablo. "Pablo está dispuesto a dejar a los socialistas el Ministerio de Igualdad y la embajada de Kuala Lumpur (…) Él quiere materias con alto contenido social. Por ejemplo el BOE, el CNI, el CIS, la Secretaría de Estado de Comunicación y la Televisión". Empleo, vivienda, Asuntos Sociales para el PSOE, que eso da mucho trabajo.

El País de hoy tiene aroma a otros tiempos, a aquellos días en los que su obsesión era perseguir a Aguirre. "El juez busca el nexo de Aguirre y González en la red Púnica". Te habrás sentido rejuvenecida, Espe. En esa importante esquizofrenia que sufre desde hace mucho tiempo este pobre diario, hoy le sale la vena podemina y saca las uñas por Ahora Madrid. "Policías de Madrid acosan a su concejal", fue "increpado por los agentes", dice un pie de foto. No se llama acoso, se llama "reconfortante muestra de salud democrática", o "vigoroso ejercicio de rebeldía cívica frente a las actitudes fascistas de quienes emplean el poder contra el pueblo". Y no se llama increpar, es "un regalo de la ciudadanía, que te dice qué has hecho mal y te pide que reflexiones" y, en todo caso, "los derechos del increpado ceden ante los derechos colectivos por su carácter de persona de relevancia pública dedicada a la gestión pública", señor redactor del pie de foto, ¿o es que no conoce usted la doctrina del edil de Seguridad? No le insulte, por favor. El editorial parece el inicio de un regateo en zoco de Marraquech. "El PSOE debe rechazar con contundencia el programa de Podemos", la propuesta es un "auténtico bloqueo a la coalición", "no es más que la afirmación por parte de Podemos de posturas políticas que les permitan culpar a los socialistas de haber roto una negociación que ellos mismos hacen imposible". Tras llevarse las manos a la cabeza por las propuestas económicas, pide que rebaje el precio, porque "en el camino" a las nuevas elecciones "el líder de Podemos arriesga credibilidad y, probablemente, votos". ¿Negociamos Pablo? A lo mejor por eso esconden en portada que "PSOE y Ciudadanos caminan hacia un pacto de legislatura". Manuel Jabois no se entretiene en hacer las cuentas del documento de Podemos, porque lo que le ha espeluznado es el espíritu del gobierno que propugna. "El pueblo tendrá derecho a equivocarse. Si es así, el gobierno, magnámino, le dará la oportunidad de rectificar (…) Estará por un lado la gente, que vivirá en un territorio permanentemente autoamenazado por la ruptura, y luego los que se resistan a entrar en razón". Ve Jabois que Podemos sitúa a la gente "no como sujeto ideológico, sino de confrontación. Con un poder tan inyectado de democracia que finalmente tendrá que ser el Gobierno, su vicepresidencia, la que decida por ella para que no se descarríe". Hijo, qué miedo. Vete preparando para que te linchen en Twitter.

ABC abre con el escándalo de Vitaldent que tanto nos ha impresionado. "Vitaldent abrió dos cuentas en Suiza al no caber en cajas fuertes las ingentes sumas estafadas". ¿Y con tanta pasta no podía comprar más? Hoy el editorial se centra en atizar a Pedro Sánchez y a la vieja guardia socialista, que no acude al rescate. "Es sorprendente que las muchas voces críticas del socialismo no veten la absurda pretensión de Sánchez de provocar su investidura sin medir las consecuencias de futuro para el PSOE". Y es que ABC tiene la "certeza de que cederá a las disparatadas exigencias de Podemos" porque "Sánchez está en manos de Iglesias y es rehén de su propia ambición". Pero nada, que Bieito no se aviene a pedir al PP que permita un gobierno PSOE-Ciudadanos así caigan todos los males sobre España, por ahí no pasa.

Hermann Tertsch, en sintonía con Jabois, advierte de lo que traerá Podemos. Para ello, cuenta la historia del abuelo de Pablo Iglesias, "condenado a muerte por participar en sacas, es decir, en la caza de civiles inocentes desarmados en la retaguardia en Madrid" cuya pena fue conmutada por 30 años de prisión de los que sólo cumplió cinco, tras lo cual le dieron un empleo en el Ministerio de Trabajo franquista. El abuelo "no puso una vela a sus benefactores" y "mantuvo viva la llama del odio en la familia". El más permeable a este odio fue Pablo Iglesias. "Preocupante es la admiración sin reservas que muestra hacia aquel miliciano criminal un nieto suyo que puede pronto gobernar España", dice. En contraposición, cuenta la historia de su propio padre, "que había servido como diplomático a un régimen criminal, la Alemania nazi" y, tras cumplir cárcel, "nos educó en el poder curativo de la verdad frente la mito político". "Millones de españoles están en proceso de dejarse seducir por una ideología potencialmente tan criminal como la profesada en su día por el abuelo de Iglesias o mi padre, la comunista o la nacional socialista. Veo en Podemos la soberbia del desprecio y la voluntad de criminalización de todo discrepante".

La Razón tampoco se aclara mucho. Titula que "Sánchez cierra un preacuerdo con Rivera ante el bloqueo de Iglesias". Al contrario que ABC, el editorial deduce que "sin riesgo de equivocarnos" Pablo y Pedro "no tienen el menor interés en pactar". Uf, Marhuenda, con los tiempos locos que vivimos yo no me atrevería a afirmar nada con tanta vehemencia. "Sánchez debería evitar la tentación de alcanzar la Moncloa en estas condiciones", dice después ya menos convencido.

Abel Hernández dice que hay tres salidas, el listo, aunque apunta que "casi nada es lo que parece" y que "socialistas y podemitas negocian bajo cuerda a calzón quitado (...) Pedro está decidido a echarse ciegamente en brazos de ese encantador de serpientes con coleta". Y lo mismo dice Ussía. "Sánchez pasará por todos los aros de fuego como un pobre león de circo amaestrado, y los barones socialistas, que tanto han hablado, callarán como cómplices desplumados de la gran traición". ¿Qué? ¿Están hartos de que les pongan la cabeza loca? Pues aún les quedan tres semanitas. Silencio, Sánchez está negociando.

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