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Aviso al PP: le culparán de que Podemos "convierta el CNI en la Stasi"

Barberá se decidió ayer a salir de casa, flamenca y campanuda, genio y figura hasta la sepultura.

"La aparición de Barberá sólo convence a Rajoy en el PP", dice El Mundo. "Pesos pesados del Partido Popular tildan de lamentable la comparecencia de la exalcaldesa, que pide sosiego a los que en Génova exigen que deje su escaño en el Senado". Brrrr, qué escalofrío les habrá entrado a más de uno. Federico Jiménez Losantos confiesa que le cuesta criticar a Barberá. No es broma, lo dice tal cual. "Reconozco que me cuesta criticar a Rita Barberá". ¿Federico estás bien?, se dirán. Cuenta que es que la conoce desde la prehistoria, cuando era una "joven periodista". ¡Barberá fue periodista! ¡Y joven! Pues Federico dice que sí, y que además fue él quien dio la "primicia" de que "iba a ser elegida por AP" para conquistar Valencia. Y que ella le "agradeció el nombramiento". "Ha sido una gran alcaldesa", dice, en Valencia lo hizo muy bien y tal y pascual. Una vez dicho esto, ya con la conciencia tranquila, hala, al critiqueo. "Me produjo una mezcla de perplejidad y vergüenza ajena la rueda de prensa que protagonizó ayer". "Yo quería creer lo increíble hasta que, tras pedir la presunción de inocencia mientras no se demuestre lo contrario y que la carga de la prueba corresponde al que acusa y no al acusado, Rita acusó a Ciudadanos de financiación irregular en tres campañas electorales, tres, sin aportar prueba alguna (...) Es triste que, cumpliendo un destino fallero, lo que empezó en caloret haya acabado en cremá". Para, para Federico que te embalas. Y eso que le costaba criticar a Barberá.

Sobre el pacto cuenta que los socialistas están votando y la cosa va bastante mal. "Rebelión en las diputaciones socialistas". Estos socialistas siempre encuentran un motivo para liarse a bofetadas. Dice Santiago González que "la supresión de las diputaciones ha levantado ampollas" y eso que "Ciudadanos se ha comido disciplinadamente su exigencia de suprimirlas en las comunidades forales (…) Qué le vamos a hacer, no se puede tener todo, o no no hay bemoles para tanto". Pues yo veo un exceso de testosterona últimamente.

El País corrobora que "el acuerdo resucita la división en las filas del PSOE", siempre a flor de piel. "Varios líderes regionales se oponen a la supresión de las diputaciones". Y dale con las dichosas diputaciones. Pues Albert, hijo, como ni PP ni PSOE lo van a apoyar y tú solito no vas a poder, mejor no te empeñes en imposibles. José Juan Toharia, el de Metroscopia, dice que el PP ha reaccionado con "desconcertante frivolidad" poniendo el pacto a caer de un burro cuando "lo que este partido ha venido planteando es que la alternativa mejor era precisamente este mismo pacto, pero incluyendo al PP: lo que sigue siendo posible. Claro que no de la forma en que desde ese partido se deseaba; y así, resulta que, si no es él quien la lidera, la pregonada como opción más sensata muta de golpe en un inaceptable sainete". Es, dice Toharia, "una peculiar forma de confundir el interés general con el particular de un partido". Pillines, que os han pillado.

ABC dice que "Barberá niega blanqueo y mordidas en el PP valenciano y rechaza dimitir". El editorial se lo dedica a las barrabasadas de Podemos, no se crean que se van a escapar con la emoción del pacto. "Algunos dirigentes de Podemos no dejan de sorprender negativamente. Su adaptación al poder está siendo tan rápida que, lejos de combatir los privilegios de la casta que tanto odiaban, los favorecen a diario con conductas abusivas y despóticas". Tampoco tiene ningún mérito adaptarse. Te dan un despachito, un cochecito, un buen sueldecito y a mandar. Del pacto habla David Gistau, que dice Sánchez y Rivera son unos aburridos y que llamar a un pacto "progresista-reformista" es como un "plato de acelgas". Soso, sin gracia, que te lo comes porque no engorda y si te lo lees es por obligación. Suscribo cien por cien. Sólo un detalle le alegra el corazón. "La cara de enfurruñados de los negociadores de Podemos mientras posaban a lo Reservoir Dogs nos complace porque sugiera que existe una opción distinta del reduccionismo a los años treinta que Podemos cultivó estas semanas a base de rescatar el eje izquierda-derecha ahora que el de arriba-abajo ya no resulta útil". Pero, malas noticias para ABC, "por eso le será difícil al PP regañar con éxito a aquellos de sus votantes que migraron a Ciudadanos, pero no para que su voto sirviera a la socialdemocracia: la urgencia de frenar a Podemos lo hará justificable". Y más con la tabarra que han dado con las siete plagas si viene Podemos. "Tenemos pues dos enfurruñados, Podemos y PP". Y de negarse a apoyar el pacto, "lo que el PP estará transmitiendo es que todos sus augurios apocalípticos acerca de Podemos no le impiden negarse a parar el populismo pagando como único tributo la renuncia de Rajoy a la ambición personal del poder". Y no es eso ¿a que no? Porque además, como Pedro pacte al final con Podemos se trasladará al PP "la culpa cuando el CNI se convierta en la Stasi y decrete qué ciudadanos han de ser apartados para su reeducación por el Ministerio de la verdad". Y el PP no quiere eso, ¿a que no?

La Razón tuvo ayer a Rajoy de cuerpo presente y está en éxtasis. "Rajoy evidencia la entrega de Rivera a Sánchez: 'Comprenderás que no apoye a tu candidato'", titula en otro capítulo -de tantos- de su campaña contra Rivera. Pilar Ferrer hace la crónica de ambiente. "Todos volvieron a mirar al presidente". "Con las pilas cargadas, Rajoy demostró ayer que su liderazgo no está prendido con alfileres", "cuando más le acorralan más se crece", "está enfadado y saca lo mejor de sí mismo". "Habló en voz alta, con verbo claro y sin tapujos: 'debería hacerlo más, presidente', le decían'". Pilar, que me ruborizo.

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