Ni una sola referencia a la actualidad política. Mariano Rajoy está ya en plena precampaña, y de momento no se está caracterizando por lanzar mensajes de gran impacto mediático. Este viernes, tras el Consejo de Ministros -no se quitó la corbata-, se trasladó a la provincia de Almería, donde buscó una vez más el acercamiento con la gente en un territorio clave para los intereses electorales de su formación.
Su primera parada fue una cooperativa agraria a las afueras de Almería. Y allí se hizo fotos y más fotos, como tanto le gusta a su jefe de campaña, Jorge Moragas. Tenía previstas unas declaraciones a los medios, pero se centró en los problemas del campo español. "Las cosas están yendo mejor, se está exportando, y mucho", afirmó Rajoy. No dijo absolutamente nada más. Su intervención no llegó a los cinco minutos, y volvió a estrechar manos y a hacerse fotografías.
El tour almeriense aún tenía dos paradas más. La catedral de la ciudad, desde donde partió rumbo a la feria del libro de la localidad. Y, tras el correspondiente baño de masas, de nuevo al coche para acudir a El Ejido, para darse un paseo y firmar en el libro de honor de la ciudad.
Este sábado, la agenda es muy parecida, pero en Málaga. Tras visitar las instalaciones de una empresa de distribución y alimentación -"de atunes", según el PP-, se dirigirá al histórico mercado Atarazanas de la capital de la costa del sol, donde entre saludo y saludo se tomará el aperitivo. En teoría, también tendrá una "intervención", aunque en principio sin opción de preguntas. Ni rastro de los mítines al uso.
Este formato de campaña ya fue puesto en marcha en diciembre, y marcará la agenda de Rajoy hasta el 26 de junio, según el equipo de Moragas. Esta semana, el líder del PP ya paseó por Logroño, y se le vio encantado. Según los suyos, Rajoy disfruta con este tipo de actividades, que le permiten acercarse a los ciudadanos, pese a la grave agresión que sufrió en Pontevedra. "Demuestra, pese a lo que dicen algunos, que puede ir perfectamente a cualquier sitio y es bien recibido. Vamos a ir a ciudades y pueblos", según las fuentes consultadas. "Mucha calle, mucha gente y pocos mítines", resumen en Génova.
Con Rajoy a lo suyo, el mensaje político corrió a cargo de María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría, pero desde escenarios distintos. "Podemos e Izquierda Unida son lo que son, la izquierda comunista tradicional", alertó la número dos de la formación, de precampaña en Extremadura junto a José Antonio Monago. Después, se trasladó a su región: "Hay dos alternativas. La de Podemos con los socialistas, independentistas y la izquierda radical, y otra ayudar que gobierne al PP. No hay más. Lo demás ya hemos visto para lo que vale", destacó en Talavera de la Reina, según recoge Efe.
Por su parte, la vicepresidenta tiró de ironía para referirse a la situación de Pedro Sánchez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Según dijo, sus recientes fichajes Josep Borrell y Margarita Robles le puedan "enseñar" que gobernar "es otra cosa" a lo que ha planteado durante los últimos cuatro meses.