eldiario.es ha vuelto a mentir. No es nuevo. Es tradición en Ignacio Escolar y los medios que dirige. Pero esta vez ha dado un paso más allá en el nivel de manipulación al que nos tiene acostumbrados. El periodista, desconocido por el gran público hasta que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero decidió impulsar un grupo de comunicación alternativo a Prisa y le colocó al frente de Público, publicaba este viernes la siguiente información: "El Gobierno beneficia a La Razón, ABC y la web de Jiménez Losantos en el reparto de anuncios". Pues bien, al menos en lo que respecta a Libertad Digital, esta frase y la noticia que la sostiene son falsas de principio a fin.
Al contrario de lo que ocurrió con Público, un periódico deficitario y que se sostenía gracias a la ayuda gubernamental (no es casualidad que tuviera que cerrar, dejando a decenas de trabajadores en la calle, cuando llegaron los recortes en la publicidad institucional), en Libertad Digital hemos sorteado la crisis gracias a nuestros anunciantes privados. No ha sido fácil, pero lo hemos conseguido con la ayuda de nuestros accionistas y el apoyo de millones de lectores y cientos de empresas que quieren llegar a esa audiencia fiel que nos acompaña desde hace más de tres lustros.
¿De dónde sale entonces la noticia (si es que se puede llamar así) que publica la web de Escolar? Pues de la falta de rigor y de una manipulación tan burda que, si no fuera tan indignante, sería risible. Lo que hace el que se llama periodista a pesar de todo (nunca un lema estuvo mejor escogido) es mostrar los datos de impresiones publicitarias de campañas del Gobierno central obtenidas por Libertad Digital a lo largo de 2015. Según un supuesto informe de la Secretaría de Estado de Comunicación, nuestro medio obtuvo 84.493.975 impresiones (cada vez que un banner publicitario aparece en una página del periódico) por el conjunto de las campañas que vendió a las administraciones públicas dependientes de ministerios. De acuerdo con estos datos, seríamos el segundo medio nativo en internet con más impresiones vendidas a la Administración Central, por detrás de El Confidencial.
Luego, la web de Escolar hace una cuenta absurda, pero que le sirve para confundir a sus lectores. Estos deberían estar acostumbrados a las mentiras que cada día les suministran y nos imaginamos que se habrán dado cuenta por sí solos, pero no podemos dejar de explicárselo. Porque en esta ocasión a la habitual falta de ética a la que nos tiene acostumbrados Escolar se suma un problema con conceptos básicos del mundo del periodismo y la publicidad.
Lo que hace la web de Escolar es dividir el número de impresiones publicitarias por el número de usuarios únicos de Comscore (es la empresa de medición de audiencias en internet más conocida y sus datos se usan en todo el sector). Y llega a la conclusión de que Libertad Digital es el medio que más impresiones vende al Gobierno en relación a su número de usuarios únicos.
Bien, llegados a este punto, la pregunta que corresponde hacerle a Escolar es ¿y qué? ¿Qué demostraría eso? Absolutamente nada, ni siquiera aunque los datos fueran ciertos (que no lo son). Lo importante cuando se mide la inversión publicitaria del Gobierno en un medio no son las impresiones o el número de páginas vistas o los banners mostrados, sino el dinero gastado por el Gobierno en ese medio. Ése es el dato relevante y la web de Escolar no lo muestra. Podría habernos llamado y se lo habríamos explicado. Pero no lo hizo.
El Gobierno central invirtió en Libertad Digital en 2015, entre las 21 campañas citadas por la web de Escolar y una más del Tesoro Público, la cantidad de 21.571 euros. Como puede verse en la tabla adjunta, sólo recibimos fondos de cinco de las 21 campañas destinadas a internet incluidas en el famoso informe.
No sólo eso: las impresiones contratadas fueron 25,7 millones y no los 84,5 millones de los que habla la web de Escolar. Los datos de las campañas oficiales tienen que estar certificados y son estos 25,7 millones los que nosotros hemos facturado al Gobierno. Tampoco nos llamaron para contrastarlo.
Pero además, la mentira de Escolar es que habla de "reparto de publicidad institucional" y "Gobierno-reparte-dinero-publicidad-institucional" (ver la manipulada URL de la noticia). El objetivo es que el lector asuma que Libertad Digital se está llevando más dinero del Gobierno del que le corresponde por su audiencia. Pero en ningún lugar del documento se habla de dinero invertido.
Los propios redactores lo admiten en el segundo párrafo: "El documento [de la Secretaría de Estado] oculta el equivalente económico de esos anuncios, es decir, cuánto dinero público ha recibido cada medio de comunicación". Pues publicar una información sobre gasto público y transparencia sin tener el dato fundamental –cuánto dinero se ha gastado el Gobierno en cada medio– y sin llamar a los interesados para informarse es poco transparente y poco regenerador. No sabemos si la Secretaría de Estado lo oculta por algún motivo, pero nosotros se lo podríamos haber dicho a los redactores de la web de Escolar. Nunca nos preguntaron.
Las impresiones
En realidad, podría haber muchas posibles explicaciones a estos datos. Para empezar, no todas las impresiones son iguales ni se venden al mismo precio. Por ejemplo, un vídeo pre-roll (esos que saltan nada más entrar en la página) puede llegar a costar 20 veces más que un espacio de publicidad secundario dentro de una noticia. En una web como la de Escolar, que vive de la publicidad en internet, deberían saberlo.
Pero además hay una segunda derivada interesante: en sus cálculos, se usan las cifras de Comscore de usuarios únicos y se ocultan las de páginas vistas. No creemos que sea una casualidad que eso perjudique la foto de Libertad Digital. Nosotros somos uno de los medios con más páginas vistas por usuario y más tiempo de permanencia. Incluso con los 85 millones de impresiones del documento de marras (que no sabemos de dónde salen), calculando el impacto por página vista, Libertad Digital ya no aparece en cabeza.
Pero eso no le interesaba a Escolar en su manipulación. El objetivo era dejar su mentira lo más esparcida posible, hablando de inserciones y usuarios únicos, pero intentado que el lector pensara en dinero invertido, para que creyese que la financiación de Libertad Digital llega fundamentalmente desde el sector público.
Aquí están los datos: en 2015, Libertad Digital recibió sólo 21.571 euros de 5 de esas 21 campañas a las que se refiere la noticia y el informe. No parece que nuestra supervivencia dependa de una protección gubernamental que no tenemos. Al contrario que el periódico que fundó y luego quebró Escolar, nuestro medio nunca ha sido especialmente querido en La Moncloa.