Fernando Blanco, el padre de Nadia Nerea, en prisión desde el pasado viernes acusado de estafa, habría intentado preparar "de forma organizada con su mujer", Marga Garau, "la huida de la familia" al saberse investigado, según el juez que investiga el fraude presuntamente cometido por la pareja.
El titular del juzgado de instrucción número 1 de Seo de Urgel (Lérida) envió el pasado viernes a prisión provisional al padre de la niña, que recaudó casi un millón de euros en donativos con la excusa de que su hija padece una enfermedad rara y que en realidad el juez considera que fueron para "el lucro" de los padres.
El juez interpretó que había riesgo de fuga y de destrucción de pruebas, entre otras cosas porque Fernando Blanco ya había viajado a Francia el pasado día 6 "al sospecharse investigado".
Además, el juez considera "factible" que Blanco hubiera intentado "eludir la acción de la justicia" y resalta "el hecho de que el investigado hubiera intentado ya darse a la fuga al tener conocimiento de estar siendo investigado".
Fueron las llamadas telefónicas intervenidas por los Mossos d'Esquadra por orden judicial, las que revelaron las supuestas intenciones de huida de Fernando Blanco. En el auto de prisión, el juez hace constar que Blanco cruzó la frontera y pasó a Francia el día 6 de diciembre, cuando ya era investigado.
Además, resalta que "fue constante el empleo de medios para conseguir no ser localizado, tales como el manejo de diferentes números (hasta tres números distintos de diferentes países), llamadas vía whatsapp, maniobras evasivas para no ser seguido o la utilización de una pistola simulada con la finalidad de asegurarse la huida".
Fernando Blanco fue detenido después de que intentara eludir un control policial en la comarca de la Cerdanya, fronteriza con Francia. Según el juez, que acusa a Blanco de un delito de estafa en su modalidad agravada, la detención frustró el intento de "huida organizada con su mujer".
El magistrado apunta que "el investigado podría albergar grandes cantidades de efectivo que le facilitarían la huida", además de destacar que "al encontrarse la instrucción en una situación incipiente, la destrucción de pruebas debe considerarse como virtualmente posible".
En su auto, el juez subraya que el acusado "carece de trabajo y propiedades en territorio nacional", por lo que "no dota de veracidad" las explicaciones de Blanco, que aseguró en su declaración que no hacía distinciones entre el dinero propio y las donaciones que recibía para su hija. El magistrado también califica de "muy graves" los hechos presuntamente cometidos por Blanco ya que son "de los que producen una gran repulsa social".
Según declaró el padre de Nadia Nerea, que ayer fue dada en guarda cautelar a sus tíos, la actividad profesional que realizaba, regentar una tienda de vinos en Organyà (Lérida) y dar charlas de motivación, le proporcionaba unos ingresos de 30.000 euros anuales. El acusado no pudo justificar estos ingresos porque, según reconoció, "el negocio carecía de contabilidad y no pagaba impuesto alguno".