El número de españoles o residentes en España que han abandonado nuestro país en los últimos años para unirse a grupos terroristas de corte yihadista en países como Siria, Irak o el Sahel continúa aumentando. A finales del año 2016, el número de los denominados foreign fighters que procedían de nuestro país era de 204. De ellos, unos 30 habían retornado ya y más de una decena han sido detenidos. El resto está siendo controlado por las Fuerzas de Seguridad.
Estas cifras están muy lejos de las que presentan otros países. Por ejemplo, Francia cifra en 1.700 los ciudadanos que han salido de su país para unirse a la yihad. Volviendo a los datos españoles, la gran mayoría de ellos –80 por ciento– se ha enrolado en las filas de Estado Islámico, mientras que el resto –20 por ciento– lo hace en Al Qaeda u otras organizaciones yihadistas. Se tiene constancia de que al menos 45 han fallecido por su participación en combates o actos terroristas.
Los datos han sido facilitados este jueves durante la presentación del tercer número de "Cuadernos del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo', que ha tenido lugar en la sede del Ministerio del Interior, y que ha contado con la presencia tanto del máximo responsable del departamento, Juan Ignacio Zoido, como de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal; además de con el director de la Fundación Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez.
Un dato preocupante es "el aumento en los últimos años de menores que tratan de incorporarse a los grupos yihadistas de Irak y Siria". Normalmente son de nacionalidad española, aunque de origen marroquí, y proceden de Cataluña y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Se radicalizan por internet y proceden de familias con pocos recursos económicos en las que se dan "situaciones calamitosas" con ausencia de control familiar.
Según los datos facilitados, los tribunales españoles tienen actualmente 13 casos en sus sumarios con menores implicados, de los que once se encuentran en espera de juicio. Este número de casos es extremadamente alto si se tiene en cuenta que entre los años 2003 y 2008 sólo se dio un caso relacionado con menores en los sumarios abiertos por yihadismo.
Otro dato relevante es que en 2016 se desarticuló en Ceuta la tercera célula yihadista en dos años con planes de atentar en España. "No es la primera célula de estas características, ya que en enero de 2015 se había desmantelado otro grupo, también en Ceuta, con similares propósitos. En noviembre del mismo año se había descubierto otro núcleo terrorista, en esta ocasión en Madrid, que también pretendía hacer atentados en España", dice el informe presentado.