Un agente de la Guardia Civil desplegado en Irak ha resultado herido en un accidente fortuito cuando se encontraba realizando trabajos de mantenimiento en la base Gran Capitán, en la localidad de Besmayah, situada a una treinta kilómetros de Bagdad. Los hechos ocurrieron ayer miércoles por la tarde cuando estaba trabajando con una máquina radial utilizada para el corte de materiales.
Según ha informado el Estado Mayor de la Defensa en un comunicado, el disco radial que estaba manipulando se rompió incrustándose en su antebrazo izquierdo. El trozo de material afectó al músculo y los tendones, por lo que tuvo que ser atendido de manera inmediata por los servicios médicos de la base con capacidad Role 1, es decir, para soporte vital básico, triaje y tratamiento inicial, entre otras funciones.
Una vez realizadas las primeras curas, se procedió a evacuarlo en helicóptero hasta las instalaciones sanitarias de nivel Role 2 (con capacidad de realizar operaciones quirúrgicas) de Bagdad, donde se tuvo que proceder a operar el brazo del agente del Instituto Armado. Las mismas fuentes militares han explicado que permaneció en todo momento consciente y que ya ha recibido el alta médica.
Actualmente, hay un contingente de 25 guardias civiles desplegados en Irak desde finales del pasado mes de febrero y su misión principal es la de formar, capacitar e instruir a las policías locales, regionales y de fronteras iraquíes para que puedan estabilizar el país tanto en la zonas controladas por el Gobierno como en las que van siendo liberadas por el Ejército iraquí de las garras de Estado Islámico.
De los 25 agentes de la Benemérita desplegados en Irak, 21 forman parte del Grupo de Acción Rápida (GAR), dos son agentes del SEDEX (Servicio de Desactivación de Explosivos) y uno forma parte de la Policía Judicial, además del teniente coronel que está al mando.