"En España se puede ser independentista, se puede ser liberal, conservador, socialista y hasta comunista, pero no se puede ser violento y recibir dinero público. Y ya estamos hartos los españoles de financiar la violencia". Albert Rivera respaldaba con estas palabras, en su penúltimo acto de campaña (un partido de fútbol con compañeros de Ciudadanos en un polideportivo de Madrid) la iniciativa aprobada este jueves en la Asamblea de Madrid, a iniciativa de Vox, que pide ilegalizar a los partidos independentistas. Rivera ponía el ejemplo de Arran, las juventudes de la CUP, que convocan, explicaba "actos violentos, que acaban con detenidos, con lanzamientos de piedras, lanzamiento de botellas, como yo mismo viví, con mis compañeros en Nou Barris, en Barcelona, hace unos días".
En el programa electoral de Ciudadanos se establece lo siguiente al respecto: "Prohibiremos las subvenciones a las asociaciones que persigan intereses contrarios al orden constitucional. No puede ser que asociaciones que hacen apología del separatismo o de la violencia o que se dedican a amedrentar y hacer escraches a quienes no piensan como ellos, se financien con dinero de todos".
Fuentes de Ciudadanos en Madrid admiten que la iniciativa de Vox no les gustaba en su literalidad, y que por eso intentaron, junto al PP, modificarla por vía de enmiendas, para que se amparase en la Ley de Partidos, la que permitió en su día ilegalizar a Batasuna. Sin embargo, los de Santiago Abascal se cerraron en banda para que la propuesta se votase en sus términos.
Por lo demás, Rivera enfatizaba también la idoneidad de otra de sus propuestas programáticas, una reforma electoral que fije un límite del 3% nacional para entrar en el Congreso de los Diputados, algo que dificultaría a los grupos nacionalistas tener representación. "Nosotros preferimos ganarles en las urnas y preferimos protegernos democráticamente" afirmaba en referencia a esa propuesta.