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"La casta política está infestada de psicópatas drogadictos entregados a las pasiones más aberrantes"

Arrecian las presiones a Felipe VI en vísperas de las Navidades más extrañas con el bicho al acecho.

Arrecian las presiones a Felipe VI en vísperas de las Navidades más extrañas con el bicho al acecho.
Congreso de los Diputados. | EFE

El Mundo

"La Fiscalía del Supremo advertirá de que la Constitución prohíbe los 'indultos generales' en sus informes por el 1-O", dice El Mundo haciéndose eco de la noticia de Miguel Angel Pérez en Libertad Digital el día 8. Dice el editorial que si Sánchez opta por los indultos, "cargará con el coste político e institucional que acarrea, teniendo en cuenta la indignación que, a buen seguro, provocará en el grueso de la ciudadanía". "Sánchez, atado a la presión de Podemos y de sus aliados secesionistas, ya ha demostrado que no tiene líneas rojas. El precio de esta temeraria irresponsabilidad pasa por socavar las bases constitucionales y democráticas del Estado de derecho". El Gobierno trabaja duramente en ello, eso no se le puede negar.

Por lo demás, la gente está ya metida de lleno en la peculiar Navidad que nos espera. Raúl del Pozo se ha levantado con el pie izquierdo y reparte leña a "los golfos y capullos que cada noche se burlan del toque de queda y se meten en orgías y botellones clandestinos. A eso añadan los colapsos en las tiendas y en las calles, los viajes a los domicilios de los familiares cuando crece el contagio... y verán que nos espera una Navidad espantosa". Nos espera una Navidad espantosa hagamos lo que hagamos.

"Conociendo ya los fallos e incompetencia de los que han dirigido la gestión de la pandemia, da verdadero miedo saber que van llegar neveras con nieve carbónica a 50 puntos del país para mantener a -70 grados centígrados la vacuna, con la falta de instalaciones sofisticadas en los centros de salud, que en los días del colapso ni siquiera respondían a las llamadas de teléfono y con los que aún ahora es difícil ponerse en contacto por el exceso de burocracia y la falta de personal". "Llegan las peores Navidades de nuestra vida". Lo que da miedo es que lo gestionen Illa y Fernando Simón.

El columnista Pedro Simón nos lo pone aún más negro. "Hoy, en la Navidad de 2020, al futuro muerto que lamentaremos a principios de 2021 lo va a elegir esta semana el virus. ¿Será el abuelo con el cuchillo que le acercó mamá? ¿Será papá cuando besó a la abuela en el brindis? ¿Es la tía con el candelabro?". Lo de la tía del candelabro me ha dejado intrigada, Pedro, otro día nos lo tienes que explicar.

"Las buenas reuniones del 25 de diciembre nos garantizan un montón de muertos el 25 de enero". "Si usted quiere sentar un muerto a su mesa, aquí va una sencilla receta al alcance de todos: invite a convivientes de casas distintas, ponga antes la calefacción, riegue todo con vino... El éxito está asegurado". ¿Y si suspendemos la Navidad? Se me esta poniendo mal cuerpo.

El País

El periódico del Ibex lleva una temporada sumándose a la campaña de acoso a la Corona. Hoy presiona a Felipe VI Carlos Cué. "El Gobierno espera claridad del Rey en su discurso navideño". "La Moncloa trabaja con La Zarzuela en un mensaje nítido sobre el emérito. Sánchez lleva la negociación con discreción y no informa de nada a Unidas Podemos".

"Políticos, juristas e historiadores, monárquicos y republicanos responden a EL PAÍS qué mensaje esperan del Rey tras un año marcado por la pandemia y los escándalos de Juan Carlos I".

Xavier Vidal Folch se hace una pregunta de calado. "¿Para qué sirve Podemos?". Para fastidiar, sembrar cizaña, dividir, insultar, agredir. Aunque la respuesta más contundente la daba el editorial de ayer de El País. "El Congreso de los Diputados exhibió esta semana su habitual crispación y sectarismo partidista".

"El lenguaje político polariza la sociedad e incendia la conversación pública. Esta deriva presenta serios riesgos, tanto en términos de agitación de la sociedad como de erosión del funcionamiento de las instituciones democráticas", "radicalizado aún más el nivel de crispación política". "La principal consecuencia de esta degradación del clima político es la ruptura de puentes para establecer acuerdos transversales. La política hoy se hace desde los extremos". He ahí la respuesta a su pregunta, señor Folch, para esto sirve Podemos.

ABC

"Europa se blinda ante una nueva virulenta mutación del covid-19" y Sánchez se lava las manos. Que él no quiere saber nada. Dice Ignacio Camacho que "el cauteloso Sánchez, en cuarentena, ha enviado a la ministra González Laya a pedir a la UE una 'respuesta coordinada' mientras continúan aterrizando aviones procedentes de Gran Bretaña. Más cogobernanza. Que las autonomías se ocupen del problema dentro del país y Bruselas fuera. No hay un asunto de la pandemia por el que se sienta concernido". Eso sí, coloca a Illa copando la televisión para anunciar una vacuna que ya había sido anunciaba solapando las ruedas de prensa de los gobiernos autonómicos para anunciar las medidas para Navidad, que es de lo que la gente está pendiente. Lo de Illa el viernes fue una auténtica vergüenza. Y lo de TVE más.

"¿Rebrotes? Que cada comunidad los aborde con sus propias competencias. ¿La movilidad navideña? Que los presidentes regionales establezcan las reglas. ¿Una mutación expansiva en Londres? Que Europa dictamine si hay que cerrar fronteras. Al César no se le molesta con esa clase de bagatelas. Eso sí, cuando llegue la vacuna que a nadie se le ocurra meterse por medio. Eso es cosa suya".

Juan Manuel de Prada se queja… bueno, no sé de qué se queja, juzguen ustedes mismos. "La misma chusma que nos impone limitaciones a los encuentros navideños entre familiares que se conocen y se aman no ha opuesto reparo alguno al funcionamiento libérrimo de las aplicaciones de folleteo, que propician cada día miles de intercambios de flujos entre degenerados que ni se conocen ni se aman". "La casta política está infestada de psicópatas con una vida moral y afectiva hecha añicos, en muchos casos adictos a las drogas, entregados en la intimidad a las pasiones más aberrantes". Caramba, Juan Manuel, cuenta, cuenta, no nos dejes con la miel en los labios.

Editorial sobre la ley Celáa tras la manifestación de ayer. "Despojado de cualquier contención socialdemócrata, el gobierno que preside Sánchez, sin vanas distinciones entre moderados y radicales, abandera un ejercicio agresivo y divisorio de la sociedad. No hay consenso porque el Gobierno no quiere consenso: quiere ejercer el poder como una sucesión de victorias sobre la media España que no vota izquierda".

De cómo las gasta el Gobierno habla Luis Ventoso. "A la misma hora en que media España protestaba contra el rodillo de esa ley, la persona que le da nombre, Isabel Celaá Diéguez, les replicaba en una rueda de prensa en Ferraz. La ministra, con rictus enfurruñado, no solo evitaba el más mínimo atisbo de autocrítica, sino que además ponía a parir a los manifestantes". Vamos, que a la señora le molesta que le chisten.

"Isabel Celaá, de 72 años, hija de la mejor burguesía bilbaína, estudió en un colegio católico, el Sagrado Corazón, y más tarde en Deusto, la excelente universidad de los jesuitas. Cuando hubo de elegir la formación de sus hijas, la ardorosa defensora de la escuela pública eligió, por supuesto, el mejor colegio de monjas de Vizcaya". Menuda hipócrita.

La Razón

A Carmen Morodo le han filtrado "lo que quiere decir el Rey: "Mi reinado ha sido un calvario, en el que me he sentido solo, cada vez más solo, por parte de quienes constitucionalmente tienen la obligación de defender la Jefatura del Estado y velar por ella. Desarmado, en medio de unos políticos que no están a la altura de las circunstancias. Por sentido con mi deber institucional, callo ante los ataques que se producen contra una institución que es una de las esencias de nuestro modelo de Estado". Ahí os quedáis que yo me piro. Pobre hombre.

Marhuenda responde a El País bastante cabreado. "Un lugar común es hacer referencia a la crispación política, porque sus detractores consideran que deteriora la democracia. Este término es una percepción que transmiten los medios de comunicación y periodistas, sobre todo los neosanchistas y podemitas, para descalificar al centro derecha que, por cierto, representa a la mitad de España. Todo lo que no sea someterse, como mansas ovejitas, al inquilino de la Moncloa y su vicepresidente es un pecado de lesa majestad. Estos días, vemos cómo el rodillo frentepopulista impone sus normas ideológicas y desprecia cualquier atisbo de consenso, pero los que se escandalizan por la crispación nada dicen por esta actitud gubernamental. Por lo visto, es crispación poner de manifiesto que la coalición gubernamental está formada con los comunistas que quieren acabar con la Constitución".

Por mucho que le moleste a El País, "mucha gente está preocupada por lo que hace y quiere hacer el gobierno socialista comunista y sus aliados". Así que no, señores de El País guárdense sus sermones y sus mordazas. No nos vamos a callar.

El editorial comenta la última idiotez del moñas. "Se ha hecho creer que la sociedad española está pidiendo a gritos un cambio de régimen. Es decir, pasar de una Monarquía parlamentaria a una República". "Pablo Iglesias que, en un mensaje tan infantil como grotesco, invita a los españoles a debatir en Nochebuena sobre si es ya la hora de dar el golpe definitivo". A ver españoles, ¿quieren al caudillo del Moñas de presidente de una república o prefieren a Felipe VI como Rey? Y si gana la segunda opción, que Pablo Iglesias y su banda se larguen de España para no volver jamás. Eso sí que sería un regalo de Navidad.

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