El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido este viernes para valorar la misión de evacuación en Afganistán. Ha sido su primera comparecencia pública desde que se desató la crisis a principios del mes de agosto, pese a que otros presidentes occidentales han hablado ante la prensa en varias ocasiones e, incluso, han comparecido para dar explicaciones en sus parlamentos nacionales.
Uno de los datos más llamativos está en el número de afganos que según ha dicho han sido rescatados gracias a "la profesionalidad y solidaridad de nuestras Fuerzas Armadas y todos y cada uno de los servidores públicos que han desplegado todas sus capacidades". Esa cifra ha sido de 2.206, un número superior al facilitado al cierre de la operación, solo hace unas horas, por el Ministerio de Defensa, que era de 1.900.
¿De dónde han salido esos 300 afganos de más de la comparecencia de Sánchez? La respuesta es muy fácil. El presidente del Gobierno se ha arrogado el mérito del rescate de esos afganos cuando en realidad la operación de extracción la han llevado a cabo otros países de la Unión Europea. Lo único que ha hecho nuestro país es abrirles posteriormente las puertas de la base aérea de Torrejón de Ardoz para que estén aquí hasta que se decida su futuro.
Estos afganos son personal que trabajó para este organismo supranacional –ha venido junto a sus familias– y fueron rescatados por otros países de la Unión y traslados desde capitales europeas como París o Roma por el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) hasta Madrid. Sí, España también ha rescatado a colaboradores de la UE, y los mismos y sus familias están incluidos en la cifra de 1.900, pero no a los 300 que se ha apropiado Pedro Sánchez.