La marcha de Carlos Lesmes ha precipitado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se reunieran este lunes en el Palacio de la Moncloa con el objetivo de buscar una salida definitiva a la encrucijada en la que se halla la renovación del Consejo General del Poder Judicial desde hace casi cuatro años.
Durante 3 horas, Sánchez y Feijóo han fijado sus posiciones y la negociación oficialmente se ha iniciado. A mitad de reunión, se sumaban al encuentro los negociadores de PSOE y PP en esta materia, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños y el popular Esteban González Pons.
Sin duda, la marcha de Lesmes ha abierto un nuevo escenario que obliga a socialistas y a populares a retratarse de forma definitiva ante la renovación del CGPJ. Se trata de lo que han denominado "la última oportunidad".
La postura del PP
Los populares utilizarán como guía en esta negociación la "Propuesta para reforzar la independencia judicial y la calidad democrática de España", que ya presentaron el pasado mes de julio. Sobre esta base, han dejado claras varias premisas a los socialistas.
Renovación inmediata con compromiso de cambiar el modelo de elección: En primer lugar, se podrá negociar la renovación del CGPJ con las reglas actuales. No obstante, esta decisión se deberá acompañar del compromiso firmado para elaborar por el Gobierno un proyecto de Ley para volver al modelo previo de 1985 que marcaba la Constitución sobre la elección de los vocales del CGPJ. Es decir, que los jueces elijan a los jueces. Todo ello en una referencia temporal de 6 u 8 meses. Esta premisa no es negociable.
-Idoneidad de los candidatos: A su vez, la renovación del CGPJ se deberá hacer conforme a criterios de idoneidad de los candidatos en base a su prestigio judicial y posteriormente, se hablará de nombres concretos.
Perfiles no politizados: Tampoco es negociable para el PP que se propongan como candidatos a vocales del CGPJ, a perfiles politizados o directamente que formaron parte de alguna formación política. En este contexto, se recuerda el caso del vocal Álvaro Cuesta, que fue diputado socialista o en el mismo ámbito la designación de Dolores Delgado, que pasó de ministra de Justicia socialista a fiscal general del Estado.
Renovación del CGPJ y del TC a la vez: La tercera clave es supeditar la renovación del CGPJ a la respectiva renovación del Tribunal Constitucional. Al desbloquearse la remodelación de 4 magistrados del TC (2 del Gobierno y 2 del CGPJ), el Tribunal de Garantías tendrá mayoría progresista y por tanto, estará supeditado al Gobierno socialista. En este contexto, se teme que el nuevo Constitucional avale un nuevo estatuto de Cataluña o que dé el visto bueno a un referéndum catalán no vinculante. Un riesgo para la unidad de la nación que los populares están decididos a afrontar.
La postura del PSOE
Renovación inmediata sin condiciones: Por su parte, los socialistas siguen considerando que la renovación del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional debe efectuarse sin más demoras, ni condiciones.
Defensa del modelo de elección actual: Sobre el modelo de elección actual de los vocales del Consejo General del Poder Judicial, el PSOE sostiene que es el más democrático. En este sentido, Félix Bolaños apuntó recientemente que el sistema actual llevaba 35 años en vigor, que fue fruto de un pacto de Estado del PP y el PSOE y que ha funcionado razonablemente bien hasta hace cuatro años.
Desacuerdo con los perfiles despolitizados: Los socialistas tampoco comparten la opinión de los populares sobre la desvinculación política de los candidatos a vocales. El motivo es el actual fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que llegó a realizar campaña electoral con el PSOE gallego.