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Irene Montero quiere perseguir las críticas a mujeres políticas como "violencia machista"

En el plan presentado este martes contra la "violencia machista" se incluye los ataques a políticas.

En el plan presentado este martes contra la "violencia machista" se incluye los ataques a políticas.
Irene Montero junto a Ángela Rodríguez Pam, Lilith Verstrynge e Isabel Serra | EFE

Este martes, la cúpula de Igualdad, con la ministra Irene Montero a la cabeza, presentó la denominada Estrategia estatal para combatir las violencias machistas 2022-2025, dotada de 2.308 millones y que incluye un total de 266 medidas. El plan incluye un catálogo de lo que entiende el Ministerio por "violencias machistas". Y llama la atención que entre ellas incluya la "violencia política".

En el momento en que más arrecian las críticas contra Montero y sus colegas de ministerio por las desastrosas consecuencias de la Ley de Sólo Sí es Sí, con rebajas de penas y excarcelaciones que ya benefician a casi 200 delincuentes, el plan de Igualdad incluye entre otras violencias como la sexual o la psicológica la violencia "política".

Sostiene, entre otras cosas, que "las resistencias a las transformaciones en las relaciones entre mujeres y hombres son una reacción sociocultural a la conquista política del poder por parte de las mujeres y el consecuente desarrollo de leyes y políticas de igualdad". Una "reacción ideológica" que, afirma, ha supuesto "un aumento de la violencia política contra estas".

El plan señala que este tipo de violencia "implica en general menoscabar, obstaculizar, restringir, impedir o eliminar su participación en los asuntos públicos y/o políticos". Para ello, apunta, "se promueven, incitan o realizan acciones hostiles, intimidatorias, de deshonra o descrédito contra las mujeres, se acosa, amenaza, se realizan agresiones físicas o sexuales, incluso pueden llegar al asesinato de la víctima".

Cabe recordar cómo a la catarata de críticas que han generado esta y otras actuaciones de Igualdad -la última polémica, las risotadas de Ángela Rodríguez Pam por las consecuencias de la norma- la reacción de la ministra y sus compañeras ha sido echar balones fuera y presentarse como víctimas de bulos y de la "ultraderecha" enmarcando las críticas a sus políticas como ataques a los avances del feminismo en general.

Sólo resta conocer cómo afectaría esta nueva norma que ha presentado Irene Montero a los ataques lanzados por el padre de sus hijos, Pablo Iglesias, cuando, cargó, por ejemplo, contra Ana Botella, por "ser esposa de, nombrada por, sin preparación y además belicista".

O cuando intentó ridiculizar a Andrea Levy en el Congreso reduciendo su condición de diputada a si tonteaba o no con diputados de la izquierda:

O cuando el mismo Pablo Iglesias, trató de desacreditar a una periodista en una rueda de prensa por llevar "un bonito abrigo de pieles", o cuando en un chat del partido, aludió a otra periodista, Mariló Montero a quien dijo, "azotaría hasta sangrar". O tantas otras perlas que podrían ser objeto de la nueva norma que pretende imponer su pareja, Irene Montero.

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