Mientras PSOE y Podemos siguen sin ponerse de acuerdo sobre la contrareforma de la Ley del ‘sólo sí’, el número de violadores beneficiados por la polémica norma de Irene Montero sigue creciendo. Según el último balance, el número de agresores sexuales que habrían visto reducida su condena tras su entrada en vigor supera ya los 500. A la indignación de las víctimas, se suma, además, el temor a la posible reincidencia de muchos de ellos, ya que cerca de 50 habrían sido directamente excarcelados. Los últimos, el llamado violador del portal de Lugo y un hombre que violó a dos ancianas y que había sido condenado a nada menos que 22 años de prisión.
En el primero de los casos, según revela La Razón, la Policía ya se habría puesto en contacto con una de sus víctimas para alertarle de su inminente puesta en libertad y conocer cuál es su domicilio actual con el objetivo de mantenerla vigilada, ya que el riesgo de reincidencia en este tipo de delitos es elevado. No en vano, ante la obligada excarcelación, la Justicia ha decidido imponer al mencionado violador una pulsera telemática durante los próximos ocho años. Aun así, su abogado asegura que la joven está atemorizada.
El violador del portal
La víctima, que apenas tenía 18 años en 2016, fue asaltada de madrugada cuando llegaba a su casa. El agresor le tapó la boca y la introdujo violentamente en el ascensor para bajar al garaje. Una vez allí, la metió en el cuarto de contadores y la amenazó con matarla si gritaba. "Si me la chupas, te dejo que te vayas", le dijo antes de obligarla a hacerle una felación y masturbarse contra la pared. Para evitar que escapase, el individuo no solo le quitó las llaves de su piso, sino que, tal y como consta en los hechos probados de la sentencia, le apretó tan fuerte el cuello que la joven casi pierde el conocimiento.
Lo llamativo de este caso es que el agresor, a pesar de no residir en el edificio, sabía la numeración secreta que exigía el ascensor para bajar al garaje y conocía perfectamente su distribución y todos los cuartos. La razón, tal y como se descubrió después, es que era el técnico que había realizado la instalación de fibra óptica en la zona. De hecho, un mes después volvió a actuar en el mismo barrio, ésta vez agrediendo a otra mujer de 41 años.
El hombre se escondió en un trastero comunitario al lado del ascensor y, cuando la victima entró en el portal, se puso a esperar a su lado con el pene sobresaliendo del pantalón. La víctima optó entonces por subir por la escalera, pero el agresor la alcanzó rápidamente. La mujer, sin embargo, comenzó a gritar para alertar a su marido y, finalmente, el violador acabó huyendo para evitar que lo descubrieran.
Tras salir a la luz lo sucedido, otras mujeres terminaron denunciándole, aunque la sentencia únicamente menciona los dos casos ya relatados, por los que fue condenado a un total de seis años y seis meses de prisión. Con la Ley del ‘sólo sí es sí’, su pena ha sido rebajada a cuatro años, de tal modo que la Justicia ha ordenado su inmediata puesta en libertad.
El violador de ancianas
El caso del violador del portal no es el único que atemoriza a Galicia. En las últimas horas, la Audiencia Provincial de Orense también ha decretado la excarcelación de un hombre que fue condenado por violar y robar a dos ancianas en 2007, y que ya contaba con antecedentes. Su primera victima fue una mujer de 62 años a la que contrató como prostituta. Tras pactar un precio de 50 euros, se trasladó a su domicilio y comenzó a tratarla de forma violenta, acusándola de ser confidente de la Policía.
Según la sentencia, la amenazó con una navaja en el costado, la ató de pies y manos y le tapó la boca con un paño. Le desvalijó la casa, llevándose sus joyas para posteriormente venderlas y, finalmente, la violó repetidas veces antes de abandonarla en un parque. Apenas un mes después, el condenado repitió la misma operación con una anciana de 73 años que contactó con él buscando un pintor para su vivienda. "Te voy a robar y violar", le dijo amenazándola con un cuchillo. Entre dinero y joyas, le sustrajo más de 400.000 euros, pero, además, la ató con cinta de embalar, le dio varias patadas y la agredió sexualmente.
Tras la entrada en vigor de la Ley del ‘sólo sí es sí’, dicho individuo ha conseguido reducir su pena en cuatro años, por lo que la Audiencia Provincial de Orense ha decretado "la libertad del penado, al quedar extinguida la condena el 10 de febrero de 2021".