La Sala Segunda del Tribunal Supremo rechazó este lunes rebajar la pena por malversación al líder de ERC Oriol Junqueras, lo que supone que el separatista seguirá inhabilitado hasta 2031 sin que le afecte la reforma penal del Gobierno.
Desde ERC se han revuelto en las últimas horas contra esta decisión del Supremo ya que consideraban que, con el cambio legal realizado por el Ejecutivo, Oriol Junqueras iba a poder volver a la primera línea de la política como su candidato a las próximas elecciones autonómicas en Cataluña.
La portavoz de los republicanos, Marta Vilalta, llegó a acusar a los jueces este de "atentar contra las voluntades expresadas por las mayorías en las Cámaras". Aseguró que la Sala Penal del Alto Tribunal ha querido con esta decisión dejar en "papel mojado" la labor del legislador al "hacer caso omiso del trabajo democrático que se ha hecho en las Cortes españolas".
División también en el Gobierno
Esta decisión ha generado también nuevas suspicacias en el Gobierno de coalición. En medio de la guerra por la reforma de la ley del solo sí es sí entre la responsable de Justicia, Pilar Llop, y la titular de Igualdad, Irene Montero, los morados aprovechan esta decisión para poner de nuevo en la picota a la ministra socialista.
También apuntan, una vez más, al hombre de confianza de Pedro Sánchez, Félix Bolaños "Esto de Junqueras qué significa, ¿que Félix Bolaños y Pilar Llop son unos chapuceros?", se preguntan en Podemos.
Otros cargos de la formación que fundó Pablo Iglesias son más directos y tachan a la responsable de Justicia de "chapucera" por no haber logrado el objetivo de permitir la vuelta de Junqueras con su reforma.
Fuentes de la formación morada aprovechan también para, en la línea de los separatistas, atacar de nuevo a los jueces ya que consideran que "están dando una respuesta interpretativa para desgastar al Gobierno de coalición".