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Sin noticias de la americana desaparecida en Madrid, 50 días después: diez indicios de que alguien cercano la secuestró

Policía Nacional y FBI trabajan de forma conjunta para encontrar a Ana María. La colombiana vivió en Miami 18 años y se acababa de trasladar a España.

Policía Nacional y FBI trabajan de forma conjunta para encontrar a Ana María. La colombiana vivió en Miami 18 años y se acababa de trasladar a España.
Ana María Knezevich Henao desapareció el 2 de febrero en Madrid. | SOS DESAPARECIDOS

La estadounidense de origen colombiano Ana María Knezevich Henao -de 40 años- inició los trámites de divorcio desde España el pasado mes de enero. Según le confesó a sus amigas, "tenía miedo de la reacción de su marido". Un serbio con el que se casó hace 13 años y que le fue infiel en multitud de ocasiones. Ella lo descubrió gracias a que acudieron a terapia de pareja para intentar salvar su matrimonio. Hasta ese momento, ni siquiera lo sospechaba. Datos que en los últimos días han adquirido especial relevancia para el caso.

Su entorno más cercano asegura que Ana María estaba sometida a una gran presión psicológica y que su marido la manipulaba constantemente. Pero la distancia y la nueva vida que había comenzado en Madrid le dieron las fuerzas que necesitaba para dar el paso final hacia su libertad. El dinero no era problema. Junto a su expareja, logró acumular un patrimonio millonario derivado de la buena gestión de las empresas que pusieron en marcha en Miami, donde ella vivió los últimos dieciocho años.

Con su parte, Ana María podía mantenerse el resto de su vida sin problemas. De hecho, buscaba piso para establecerse de forma definitiva en el barrio Salamanca. El contrato de alquiler del inmueble en el que residía desde que llegó a España (en diciembre) vencía en marzo. La misma mañana del día en que se pierde su rastro -el pasado 2 de febrero- estuvo viendo una casa, aunque no cumplía con sus expectativas y decidió seguir mirando. Así se lo explicó a sus amigas en España, con las que tuvo contacto permanente aquella jornada.

Según detalla para Libertad Digital el presidente de SOS Desaparecidos y portavoz de la familia, Joaquín Amills, "Ana María está hablando con una amiga suya desde las ocho hasta casi las diez de la noche" el viernes por la tarde. "Le dice que está en la cama y que no va a salir, que ni siquiera tiene planes para el fin de semana y que lo más próximo -que espera con muchísima ilusión- es el viaje a Barcelona que tenía previsto realizar con una amiga suya el lunes". Pero no se presentó en la estación de tren.

El último día que supieron de ella con certeza fue el viernes, porque el sábado recibieron unos mensajes desde su móvil pero piensan que fueron enviados por otra persona. Les resultan extraños tanto por el contenido como por la forma en la que estaban escritos, con palabras como "chévere" que no formaban parte de su vocabulario. En cualquier caso, en ellos decía que se iba fuera a pasar el fin de semana con un amigo -con advertencia de que tendría poca cobertura en el sitio al que iban- y que se pondría en contacto a su vuelta. Pero su entorno no ha vuelto a recibir noticias suyas.

A estas alturas, la hipótesis que cobra más fuerza es que Ana María fue secuestrada en su casa el viernes por la noche. "Nosotros, desde el primer minuto, dijimos que no era una desaparición voluntaria", recuerda Amills. Y, a estas alturas, podemos afirmar que la investigación también va en ese sentido. Hay dos movimientos significativos: "el caso ha pasado de estar en el juzgado de instrucción número número 51 a ser trasladado a los juzgados de violencia contra la mujer (concretamente el número 9)" y "hay secreto de sumario".

Por tanto, podemos deducir que se han encontrado indicios de criminalidad y que además estarían relacionados con una persona con quien Ana María tenía una relación sentimental (su marido o una nueva pareja). "Al existir secreto de sumario, poco podemos saber de la investigación", reconoce Amills. "Pero por fuentes muy cercanas a la que desarrolla el FBI, sabemos que se le propuso al esposo someterse al polígrafo y éste se negó", asegura. Un hecho que a la familia le parece relevante.

Esto se une a otros gestos que les resultan sospechosos, como ni siquiera les coge el teléfono y mucho menos les llama para interesarse por cómo está la situación o si puede ayudarles de alguna manera. Además, contrató un abogado penalista de Miami nada más producirse la desaparición de su mujer que rápidamente salió en televisión para decir "que su cliente está colaborando con el FBI y con la policía española, que está colaborando con la familia y que no viene a España porque no tiene casa y no habla español". Por otra parte, en este tiempo "ha vendido buena parte de las propiedades del matrimonio".

La hipótesis del secuestro

Basándonos en el testimonio del portavoz de la familia para este periódico, recapitulamos los indicios que sustentan la hipótesis del secuestro como la causa de la desaparición de Ana María:

  1. Como ya contamos en Libertad Digital, alguien pintó con un spray negro las cámaras de seguridad de la finca el viernes de su desaparición.
  1. Ana María habló con una amiga a última hora de la tarde y le dijo que no tenía planes para el fin de semana.
  1. Una vecina asegura que a la una de la madrugada había luz en su habitación. Eso no le extrañó, pero sí que cuando ella se levantó la persiana estaba subida cuando lo habitual es que a esa hora estuviera bajada.
  1. El sábado se envían desde su móvil unos mensajes extraños informando de que se va fuera de Madrid un par de días. Ni la forma de escribir ni el lenguaje que utiliza son propios de Ana María.
  1. Aun dando por buenos estos mensajes, la mujer no volvió a los dos días y no se presentó el lunes en la estación de tren para coger el AVE a Barcelona. Una escapada que había planeado con ilusión con una amiga.
  1. Desde entonces, no ha dado señales de vida.
  1. En la vivienda se han encontrado restos biológicos. Aunque a la familia no se le ha comunicado de qué tipo, es conocido que lo que los investigadores buscan en los casos de desaparición casi siempre es sangre.
  1. La causa ha pasado al juzgado de violencia contra la mujer de lo que se desprende que alguien con quien ella mantenía (o mantuvo en el pasado) una relación sentimental podría estar implicado en su desaparición.
  1. En la misma línea que el indicio anterior, cabe recordar que se mantiene el secreto del sumario.
  1. La puerta de la vivienda de Ana María no estaba forzada, por lo que -si alguien se la llevó, como parece ser que ocurrió- era una persona a la que conocía.

Amills está convencido de que "la investigación está muy avanzada" y "la policía sabe un 80% más de lo que nosotros sabemos o pensamos". Es cuestión de tiempo que los investigadores terminen de encajar las piezas del puzle y podamos saber qué le ha ocurrido a Ana María y dónde está. "Lo prioritario es encontrar a Ana. Y luego ya veremos quién o quiénes son los culpables", sentencia.

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