Libertad Digital ha localizado al intermediario que vendió mascarillas plenamente certificadas y de calidad a la trama del PSOE en los primeros días y contratos de la pandemia. Lo hizo a precios cerrados de entre 1,27 euros por mascarilla y 1,38 dólares. Es decir, la mitad del precio que luego justificó la trama cuando expulsó al intermediario en cuestión porque no les permitía cobrar toda la comisión que deseaban. Lo echaron, realizaron las compras por su cuenta y duplicaron el precio. Eso sí, a cambio, trajeron un producto de pésima calidad y sin certificación, lo que justifico que lotes enteros de mascarillas no llegaran a usarse.
Las trama de corrupción del PSOE con las mascarillas ha superado con creces la gravedad de otros escándalos por dos motivos. El primero, la ramificación y dimensión del caso: en total, seis personas con cargo de ministro, 20 miembros destacados del PSOE, una presidenta del Congreso y dos presidentes autonómicos de gobiernos regionales en etapa de mando socialista han sido ya salpicados. El segundo, porque, tal y como demuestra hoy LD, esta trama no sólo quiso cobrar comisiones ilegales y adjudicar a dedo los contratos vitales para traer mascarillas, sino que, con tal de incrementar la ganancia en las comisiones ilegales, los miembros de la trama optaron por un producto sin certificar pese a tener proveedores homologados y certificados, y duplicaron el precio para disparar la comisión.
LD ha contactado con el intermediario inicial, el previo a los que después fueron usados por los miembros de la trama. Un intermediario –que ha pedido mantener el anonimato– con experiencia y que llegó a gestionar hasta quince aviones cargados de mascarillas de la mano de los mismos demandantes de producto. Todo ello, a raíz de más de un millón de mascarillas por avión.
Este periódico ha tenido acceso a sus contratos. Contratos con un precio cerrado de venta final que oscilaba entre los 1,29 euros y los 1,38 dólares. Y eso supone al menos la mitad que los 2,50 euros y hasta 3,27 euros que cobró la trama del PSOE por mascarillas de baja calidad en determinadas ocasiones.
El problema con este intermediario inicial, de hecho, nunca fue la calidad de los envíos. Sino que sus exigencias de costes y precios reducían la comisión de los miembros de la posterior trama. Y eso fue suficiente para dejarlo de lado y gestionarlo directamente por la trama en un mercado del que no sabían nada. Sólo sabían que querían más dinero.
Los envíos con el intermediario mencionado fueron planificados desde el 9 de abril de 2020, hasta el 1 de mayo. Se trataba de contratos de compra de entre 275.400 mascarillas hasta 6 millones, sumando en total más de 16,8 millones de mascarillas. Su producto contaba con el certificado de Bureau Veritas y garantizaba unas existencias de calidad y elevada protección. Y lo hizo por medio de dos firmas, Star Tic y Gama Global.
Con ellas, de hecho, siguió la trama, pero ya con contacto directo, con lo que gestionaban todo el proceso de compra de las mascarillas y, por lo tanto, podían determinar la comisión y precio final que querían. Y lo que quisieron fue elevar el precio con una peor calidad. Cada unidad pasó a costar en origen 1,2 euros –cuando ese era antes el precio final, contando con el viaje y todos los certificados necesarios–. Pero es que, además, se vendieron a 2,5 euros en todos los contratos públicos, salvo el lote adjudicado al Ministerio del Interior, con el que la comisión fue aún mayor y el precio final se fue hasta los 3,27 euros.