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ERC pide acabar con la "catalanofobia" en el fútbol en pleno escándalo por la compra de árbitros del Barça

Exigencia que viene a consecuencia del arbitraje del partido Club Gimnàstic de Tarragona-Málaga Club de Fútbol de la temporada pasada.

Una gran señera presidió el Camp Nou. | EFE

Sin complejos. ERC ha decidido cargar contra la "catalanofobia" en el mundo fútbol. Y lo hace mientras se sigue investigando el escándalo por la compra de árbitros del Barça.

La percha utilizada por los separatistas para reclamar semejante exigencia al Gobierno que soportan en el Congreso de los Diputados ha sido "el arbitraje del partido Club Gimnàstic de Tarragona-Málaga Club de Fútbol del 22 de junio de 2024, correspondiente a la categoría de Primera Federación". Nada más y nada menos.

Desde ERC recuerdan que "el resultado del partido fue de empate a 2 goles, permitiendo al Málaga ascender a Segunda División tras ganar el partido anterior de la eliminatoria. En paralelo a este ascenso, dicho árbitro fue también promocionado como colegiado de la categoría de Segunda División", añade el partido de Oriol Junqueras, condenado por golpismo el 1-O.

Pues bien, ERC reclama, en primer lugar, "perseguir las actuaciones que adulteren las competiciones deportivas profesionales, estudiando eventuales conflictos de interés del cuerpo de colegiados, así como la coincidencia de partidos deportivamente relevantes y las oportunidades de promoción en el cuerpo arbitral". Y, en segundo lugar, "crear una estrategia específica para erradicar las actitudes catalanófobas en los eventos deportivos como parte de la lucha contra discursos de odio".

Y es que, para ERC, el único caso que existe de estafa arbitral es la del citado partido –Club Gimnàstic de Tarragona-Málaga Club de Fútbol–, no la del Barça, pese a que este segundo escándalo ha recabado afirmaciones del juez instructor del caso Negreira, Joaquín Aguirre, como que los pagos del FC Barcelona al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira, provocaron una presunta "corrupción sistémica" en todo el colectivo arbitral.

Pero ERC ve lo suyo: "Tras encargar una investigación, el club Gimnàstic de Tarragona se querelló contra el colegiado por falsedad documental en la redacción del acta del partido. El acta arbitral relataba una serie de insultos y amenazas de muerte al colegiado, pero las pruebas recaudadas, así como la propia investigación hecha por los Mossos d’Esquadra tras el encuentro niegan que tuvieran lugar". Y añade que "la refutación de estas afirmaciones es especialmente importante ya que el Gimnàstic fue sancionado con el cierre de su estadio durante cuatro partidos tras la eliminatoria. Pero la investigación también es relevante porque apunta a que el arbitraje supuestamente discriminó al Gimnàstic durante el transcurso del propio partido. La demanda del club catalán describe afirmaciones del árbitro contra determinados jugadores del equipo, uno de los cuales fue expulsado y recibió una sanción de 12 partidos sin poder competir".

Para ERC esto es "catalanofobia", porque, según su relato, el colegiado pronunció "expresiones que incluían insultos a los Mossos d’Esquadra, a la ciudad de Tarragona y a Cataluña. Lamentablemente, este es un ejemplo más de los discursos de odio en el mundo del deporte dirigidos contra jugadores, entrenadores o directivos de clubes catalanes".

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