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Puigdemont insinúa que prepara la ruptura con Sánchez y convoca a sus lugartenientes en Perpiñán

Junts celebrará un encuentro el próximo lunes en la ciudad francesa para decidir si rompen las negociaciones con el PSOE.

El prófugo líder de Junts y expresidente de la Generalidad, Carles Puigdemont. | Europa Press

El entorno de Carles Puigdemont insiste en que esta vez no va de farol, que la situación entre Junts y el PSOE ha llegado a un punto de no retorno y que se sienten estafados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y por su "embajador" José Luis Rodríguez Zapatero. Puigdemont acusa a Sánchez de incumplimientos sistemáticos que el líder socialista niega.

En el listado de agravios figura en primer lugar la no aplicación de la amnistía al expresidente catalán prófugo desde octubre de 2017. Después, la oficialidad del catalán en Europa, el endurecimiento de las penas a los reincidentes y la cesión de competencias en inmigración y fronteras, promesa con la que el Gobierno salvó una suerte de bola de partido hace casi un año.

El pasado diciembre, Puigdemont puso sobre el tablero que Sánchez se sometiera a una cuestión de confianza, iniciativa que retiró tras la mediación del diplomático salvadoreño Francisco Galindo Vélez y la promesa de cesión de las competencias en inmigración. Pero sobre esa cuestión no hay nada concreto y Podemos ya dejó claro que se opondría, lo que cierra esa vía.

El encarcelamiento de Santos Cerdán, el secretario de organización socialista que lideraba las conversaciones con Junts en el extranjero, descuadró las negociaciones y, sobre todo, el clima de confianza establecido con Jordi Turull y que alumbró el acuerdo de investidura, al que Junts se refiere como Acuerdo de Bruselas del 9 de noviembre de 2023.

Dos años después, el balance de Puigdemont es desolador para sus intereses. La amnistía sigue varada en la cuestión de la malversación y en manos de la justicia europea. Y salvo el uso del catalán en el Congreso, los de Junts no pueden presumir de muchas más cesiones. Incluso en asuntos como la multirreincidencia, los allanamientos ilegales o la fiscalidad de los autónomos, Junts no halla ninguna sensibilidad en sus interlocutores socialistas.

Además, Puigdemont no se fía de José Luis Rodríguez Zapatero, quien tras el ingreso en prisión de Cerdán, se ha convertido en el interlocutor principal de los socialistas con el golpista prófugo.

Moción de censura "instrumental"

La posibilidad de una moción de censura es remota a pesar de que dirigentes de Junts como Antoni Castellà (un ex de Unió de la máxima confianza de Puigdemont) ya empiezan a hablar de una moción de censura "instrumental". Para darle pátina de credibilidad, Castellà habló de ello en TVE, dando a entender que no había negociaciones pero que en las filas posconvergentes se ponderaba la posibilidad de apoyar una moción que diera paso de manera inmediata a una convocatoria electoral.

En el PSOE confían en que todo sea un "calentón" del residente de Waterloo, puesto que la situación de Junts no es precisamente la óptima para afrontar unas elecciones generales. En el partido de Puigdemont notan el aliento de la Aliança Catalana de Sílvia Orriols en el cogote y las encuestas confirman que la formación ultraseparatista de la alcaldesa de Ripoll ha emergido para disputar el liderazgo en el campo independentista tanto a Junts como a ERC.

Además, no es la primera vez que Puigdemont amenaza con desconectar del PSOE. De hecho es la noticia recurrente del personaje, que ya este verano anunció de manera "enigmática" que este otoño pasarían "cosas". De momento, el próximo lunes Puigdemont ha citado a la cúpula del partido en Perpiñán. Allí se reunirá con su secretario general, Jordi Turull, y con su mano derecha en el Congreso, Míriam Nogueras, quien este mismo miércoles amenazó a Sánchez con "la hora del cambio".

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