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El pesimismo invade los círculos de poder del PP

El alto paro, la falta de reformas y la cercanía de elecciones minan la moral del PP. Rajoy comparece este domingo en rueda de prensa.

El alto paro, la falta de reformas y la cercanía de elecciones minan la moral del PP. Rajoy comparece este domingo en rueda de prensa.

"Lo que tenemos que hacer es mantener la política económica de los últimos meses", proclamó Mariano Rajoy este mismo miércoles en el Congreso. Su entorno insiste en que el Gobierno tiene rumbo y que, gracias al mismo, España mantiene hoy cierta soberanía -no total, reconocen- y ya no se habla de rescate. Más aún, la prima de riesgo desciende, está en el entorno de los 300 puntos pero creen que se puede acercar a los 200, y financiarse ya no es un problema. De hecho, el Tesoro ya ha conseguido colocar más del 40% de su deuda para todo este año. Un discurso que, a día de hoy, apenas logra insuflar ánimos en los círculos de poder del partido que sustenta al Gobierno.

Más al contrario, un día después de que el Consejo de Ministros revisara con crudeza sus perspectivas económicas y no detallara más medidas que nuevas subidas de impuestos, el pesimismo invadió las baronías locales y autonómicas y buena parte de los cuadros del PP. Incluso en el propio seno del Ejecutivo reconocen que el "drama del paro" podría llevarles "por delante".

El núcleo más próximo al presidente se reafirma en que se han puesto en el peor escenario posible en materia de empleo, pero que confían en poder mejorar el cuadro macroeconómico a partir de 2014. Luis de Guindos lo repitió varias veces: "La recuperación llegará, está ahí", dijo. "Éste es el camino para que esos datos malos se conviertan en buenos en el futuro", opinó Carlos Floriano este sábado. En privado, los barones caen, no obstante, en cierta desesperanza: "Hasta ahora, las previsiones siempre se han modificado, pero para peor". Y las elecciones cada vez están más cerca, y los nervios empiezan a aflorar.

En la dirección nacional tienen la impresión -no aclaran si con encuestas interna en sus manos- de que hoy no lograrían la mayoría absoluta ni en la comunidad Valenciana ni tampoco en Madrid Una auténtica catástrofe para un partido que tiene en estas dos sus insignias territoriales, y cuyas aplastantes victorias suelen servir de perfecto trampolín para los comicios nacionales, que se celebran pocos meses después. "Les prometimos empleo, y de momento no conseguimos remontar", en opinión generalizada por varios cargos consultados. Son mayoría quienes reclaman más políticas de estímulo, a la par que se acogen a la teoría de que "tarde o temprano" la reforma laboral acabará dando sus frutos.

La prensa de este sábado, los editoriales y artículos de opinión de periodistas fetiche para el PP, no han ayudado a subir la moral. "Algo estamos haciendo mal", corroboraba un diputado popular, que reflexiona en privado: "El Gobierno tiene que presentar reformas, tiene que meterle de una vez por todas un tajo a la administración. La gente, nuestros votantes, están cabreados. Sólo hace falta salir y tomar un café con amigos para darse cuenta de que cada día que pasa es peor".

Comparecencia junto a Kenny

En este contexto interno adverso, con el PP muy desmoralizado, Rajoy se prepara para dar la cara e intentar insuflar ánimos a la ciudadanía en general. El Gobierno vende como positivo que no se reclaman nuevos sacrificios, que no se toca el IVA ni el IRPF, aunque la subida de éste se mantiene un año más. Comparecerá en compañía de su homólogo irlandés, presidente de turno de la UE, Enda Kenny, este domingo en Granada.

La rueda de prensa -cuatro preguntas en total, como es habitual en presencia de un mandatario extranjero- se desarrollará en el palacio de Carlos V de la Alhambra; antes, ambos mandatarios pasearán por el Generalife, se harán una fotografía en el patio de los leones. En el despacho que mantendrán, diseñarán una estrategia común de cara al Consejo Europeo de junio, en el que ambas naciones se juegan mucho. La unión bancaria, el supervisor común, es una prioridad tanto para Rajoy como para Kenny, que han tenido que hacer frente a importantes problemas financieros.

Moncloa asegura que el plan presentado el viernes estaba diseñado en colaboración con Bruselas. Que cuenta con su plácet. Esperan que la UE pida más y dé un toque de atención, pero lo entienden como parte del reparto de papeles. Incluso auguran que regateen en la cifra final de déficit público y rasquen algún punto más. Nada demasiado importante, recalcan.

En el PP, algunas voces alertan de que la apertura de mercados del lunes podría dar "un susto". "Han sido muchas las críticas y no hemos planteado ninguna reforma en concreto", se afirma bajo el amparo del off the record. El Gobierno, que comprobó como el cierre del vienes no era halagüeño, no cree que el revolcón, en caso de producirse, vaya a ser grave. Además, enfatiza el respaldo de las instituciones comunitarias y del FMI como efecto tranquilizador. También destacan que los medios de comunicación extranjeros son mucho más amables que los nacionales.

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