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Páez detalló al juez Ruz la "guerra interna" entre Bárcenas y Cospedal

Cristóbal Páez reconoció ante el juez que le pagaban con dinero no declarado y que dependía directamente de Bárcenas.

Cristóbal Páez el pasado mes de agosto tras su declaración en la Audiencia Nacional | Archivo

El exgerente del PP, Cristobal Páez, reveló durante su declaración ante el juez Ruz la existencia de una "guerra interna" entre el extesorero Luis Bárcenas y la secretaria general, María Dolores de Cospedal, que provocó que el exsenador popular llegara a amenazarle "con arrancarle la cabeza".

En la declaración judicial de Páez, a la que ha tenido acceso Europa Press, el exgerente señala que las tensiones se desencadenaron a raíz de la dimisión oficial de Bárcenas de su cargo en el verano de 2009. "Él dimitió como tesorero pero seguía estando y yo tenía problemas de con quién despachar porque sus funciones las asumía la secretaria general", explica.

Según él, el enfrentamiento entre Cospedal y el imputado fue lo que terminó provocando su salida del partido en el año 2010. "Me vi envuelto en una guerra que no era la mía", dijo antes de señalar que le dijo al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en aquella época: "Oye, a mí estos me vuelven loco, no quieren uno que despache con el otro y viceversa". El testigo añadió ante el juez Ruz que pidió a Bárcenas que solucionara sus problemas con la secretaria general, ya que "no podía continuar con esa dicotomía".

Del mismo modo, Páez asegura que Bárcenas le imputó la publicación de una fotografía en la que aparecía esquiando en la estación de Baqueira Beret. "Pero si yo no sabía que estabas en Baqueira", le contestó el exgerente antes de apuntar que el extesorero "en su imaginario" creyó que él estaba filtrando informaciones contra él.

En su declaración, de 56 páginas, también consta que Páez admitió ante el juez Ruz que cobró dos sobresueldos de 6.000 euros que no fueron declarados a Hacienda, tal y como Bárcenas registró en su supuesta contabilidad B. El primer apunte está fechado el 25 de abril de 2007 y el segundo el 2 de junio de 2008.

En este sentido, el exgerente explica a preguntas del fiscal Anticorrupción Antonio Romeral que recibió este dinero "en billetes de 500 euros", que no firmó ningún recibí y que se lo entregaron en un sobre Bárcenas y el entonces tesorero del PP, Álvaro Lapuerta.

Recibió estas percepciones adicionales, según su versión, porque Bárcenas y Lapuerta le habían hecho "otro planteamiento", en relación a que le contrataron para ser gerente del PP porque pensaban que el exsenador iba a ocupar el cargo de tesorero.

"Yo entendí que tampoco estaba en su capacidad el que yo fuera gerente si no se había decidido por los órganos del partido, por el presidente, cambiar al tesorero, y decía. 'Oye, yo estoy haciendo aquí un montón de cosas, estoy reduciendo gastos, ordenando la caja, la nómina, etc'. Y entonces siempre me decía: 'Que sí, estamos buscando una fórmula, pero a ver si el secretario general...'", asegura.

Entonces, según la versión que Páez ofreció ante el juez Ruz, Bárcenas le llamó al despacho de Lapuerta y ambos le dijeron: "Estamos muy contentos con lo que has hecho, la verdad es que está quedando muy bien todo, estamos muy satisfechos y tal, y me dieron ese dinero. Yo les dije: 'Esto no es ni el importe ni la forma que yo... pero bueno, no hay otra cosa'".

En este contexto, señala que no declaró a Hacienda estas percepciones porque no consideró que estuviera cometiendo una ilegalidad. "Hay jurisprudencia laboral que dice que el trabajador no incurre en una falta administrativa por no declarar esos ingresos en B porque si no pone en riesgo su puesto de trabajo...", afirma.

Páez también niega en su declaración ante el juez que investiga la supuesta contabilidad B en el PP que un 30 por ciento de las obras de reforma que se llevaron a cabo en la sede de la calle Génova se pagara con dinero B, tal y como afirmó Bárcenas. "Las obras se pagaron por cheque o por transferencia", sostiene.

En este sentido, señala que el extesorero nunca le dijo "nada" de que el arquitecto que dirigió los trabajos, Gonzalo Urquijo, cobrara una parte en negro y sostiene que, "como en todas las obras podía haber desviaciones pero no eran desviaciones muy importantes con respecto al presupuesto inicial".

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