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Rajoy: "No tengo nada que dialogar sobre los artículos 1 y 2 de la Constitución"

Endurece su discurso y acota el diálogo a los márgenes de la ley. Reclamó formalmente al PSOE un mismo discurso "en toda España".

Rajoy, durante su intervención en la interparlamentaria. Tarek

El presidente acotó ese diálogo del que hace gala y que, asegura, mantendrá hasta las últimas consecuencias. Aunque el Ejecutivo trata de mantener puentes de comunicación y cierra acuerdos con la Generalidad -principalmente, en materia económica-, la tesis principal es que Artur Mas no retrocederá en su ofensiva secesionista y el choque acabará produciéndose. "Estaremos con la Constitución, que son las reglas de juego que nos hemos dado entre todos", zanjó Mariano Rajoy ante los suyos.

En los últimos meses, incluso dentro del PP, se ha cuestionado la hoja de ruta del Ejecutivo en Cataluña. En ocasiones, se criticó -así lo tuvo que escuchar Carlos Floriano en la Junta Directiva de los populares madrileños- que la postura del Gobierno no era lo suficientemente clara. Por ello, primero el partido -en las conclusiones de su Interparlamentaria, todo un éxito de participación- y después Rajoy mandaron un contundente mensaje en defensa de la unidad nacional.

"Lo que es irreformable es lo que dice la Constitución en los artículos 1 y 2", quiso dejar bien claro el presidente. "Nada tengo que reformar ni nada que dialogar, y lo tengo que decir claro", continuó mientras recibía el aplauso del auditorio, repleto de altos cargos y ministros -estaban Fátima Báñez, Cristóbal Montoro y José Manuel García Margallo-. En otras palabras, se comprometió a proteger "la soberanía nacional" y que siempre sean "todos" los españoles "los que decidan":

Artículo 1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho que propugna los como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. La forma política del Estado español es la monarquía parlamentaria.

Artículo 2. La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.

Rajoy se reivindicó antes quienes han dudado de él o de su partido: "Como todo el mundo sabe, el PP es de ámbito nacional y dice las mismas cosas en todos y cada uno de los territorios de nuestro país". Por ello, defendió para los españoles que sigan viviendo juntos "como lo hemos hecho siempre". "No queremos poner aduanas a los sentimientos que nos unen desde hace siglos ni queremos levantar fronteras entre vínculos que no se pueden romper", argumentó en un discurso muy aplaudido. "No vamos a estar -en esa estrategia- de ninguna de las maneras", replicó el presidente.

Pide al PSOE un mismo discurso

Clara la postura del PP, viró la mirada hacia el primer partido de la oposición. El Gobierno suele repetir que necesita de un PSOE con las ideas claras y, en plena Conferencia Política, le mandó un mensaje a Alfredo Pérez Rubalcaba: "Me gustaría que hiciera exactamente lo mismo que el PP -esto es, que defienda la unidad de España-. Nos resolvería muchas cosas", le dijo, sin querer que esto se entendiera como "un pellizco de monja". Un mismo discurso "en toda España".

Si el PSOE sigue con la teoría de reformar la Constitución, él lo impedirá. En esto también fue tajante. "No lo veo", resumió. "Cuando alguien quiere reformar la Constitución lo bueno sería que supiera para qué", se mofó, en relación a la denominada tercera vía. El PP -así lo dijeron también María Dolores de Cospedal y vicesecretarios como Javier Arenas- se reafirmó en el compromiso "con la Constitución y como España", y así quedó por escrito.

Una Interparlamentaria en la que, pasada la convulsión inicial, José María Aznar quedó en un claro segundo plano. El presidente no hizo ningún tipo de mención, más allá de sacar pecho por su gestión de la crisis: "Queda más de la mitad de la legislatura. Veremos en España crecimiento sostenido y estable y creación de empleo. Y cuando nos presentemos a los españoles podremos decir que las cosas están infinitamente mejor que en el año 2011", dijo ante la dirección nacional en pleno y parte de su gabinete. A todos, les dio las "gracias" por aguantar porque, cree, ahora llega la etapa más dulce para su Gobierno.

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