Los grupos de Izquierda Unida en la Asamblea y el Ayuntamiento de Madrid han acordado hoy que Gregorio Gordo y Ángel Pérez se mantengan, respectivamente, como sus portavoces, una decisión que va en contra de la resolución que había tomado la dirección federal de la coalición, que instaba a su cese.
Los grupos han sometido este jueves a votación la resolución de la dirección federal de Izquierda Unida que instaba al cese de los portavoces, al determinar la Presidencia federal de IU el pasado 14 de diciembre que eran responsables políticos del escándalo de Caja Madrid y las tarjetas opacas.
Gordo seguirá en el puesto tras una votación en la que ha recibido seis votos a favor y tres en contra; mientras que Ángel Pérez ha sido ratificado por tres a favor, uno en contra y la abstención del portavoz y un miembro del grupo.
Según los grupos parlamentario y municipal, la resolución federal ordena que los portavoces pongan su cargo a disposición de los grupos, y no su cese, como sostiene un sector de Izquierda Unida crítico con la actual dirección autonómica y encabezado por Tania Sánchez, candidata de la coalición a la presidencia de la Comunidad que ha llegado a hablar de "secuestro" del partido.
El coordinador federal de IU, Cayo Lara, aseguró el pasado 7 de enero que no tenía dudas de que la dirección territorial acataría la resolución federal de cesar a los portavoces tras nombrar al nuevo coordinador regional -en sustitución de Eddy Sánchez, que dimitió tras las primarias-, un reemplazo que todavía no se ha producido.