Los miedos volvieron al partido en el poder una vez se confirmó la inminente salida de prisión de Luis Bárcenas. "La cuestión es si volverá a apuntar al presidente o se quedará en silencio", según un histórico diputado. Desde Génova parecían estar a la espera de acontecimientos, aunque partiendo de la base de que "este señor ya no es del PP". Y, en todo caso, admitiendo que el momento no podía ser peor: en vísperas de la convención nacional y con Mariano Rajoy tratando de centrar el debate en la recuperación económica.
En el mejor de los casos, desde el entorno del jefe del Ejecutivo se asegura que "no habrá más de lo que ya se ha visto" y todo quedará en una fotografía. Pero también están los que temen que Bárcenas opte por hablar y señale de nuevo a Rajoy: "sería catastrófico que se dedicara a ir de plató en plató. Realmente espero que no ocurra, sería lo más inteligente por su parte", deslizaba un alto cargo del PP.
Públicamente, Gobierno y PP trataron de transmitir absoluta tranquilidad. Soraya Sáenz de Santamaría, que se reunía con el Grupo Popular para pedir a los diputados que "rematen la faena" y convenzan de que el PP es sinónimo de "estabilidad", transmitió dos ideas básicas a los periodistas: el "respeto a las decisiones judiciales" y que Bárcenas "es una persona que en este momento ya no está en el partido".
Santamaría también dijo compartir la visión de Rafael Hernando, que pocos minutos antes espetó que la situación procesal del extesorero le era "absolutamente indiferente" y reclamó "todo el peso" de la Justicia sobre los corruptos. Si bien, en privado, se admitía el brete a las puertas de la convención: "¿El riesgo de fuga ha desaparecido precisamente hoy?", tiraban de ironía. Más de un cargo prometió que la decisión judicial le pillaba por "sorpresa".
Este miércoles, habrá rueda de prensa en la sede nacional para dar los detalles del cónclave popular. Y, pese a que Carlos Floriano dijo que comparecerá María Dolores de Cospedal, todavía se están cerrando los detalles. "Otra vez Bárcenas", era el lamento más escuchado en las distintas estructuras. Algunos barones regionales, que estarán en la convención, instaron a no perder un ápice de firmeza: "que no haya dudas de que es nuestro enemigo número uno", afirmó uno de ellos en conversación informal.
De igual forma, fuentes de la cúpula quisieron alejar los fantasmas de un posible enjuague: "no hay ningún tipo de relación con Bárcenas", zanjaron. Ahora, lo que se intenta es recuperar la iniciativa política y que el cónclave del fin de semana no quede enturbiado por el extesorero.