Mariano Rajoy se comprometió a hacer cumplir la ley, pase lo que pase en las "elecciones autonómicas" del próximo domingo. "No estoy dispuesto a hablar de la soberanía nacional. Eso no se va a poner en cuestión de ninguna de las maneras", zanjó en una entrevista en Onda Cero. Esto es, si es para "legitimar una operación ilegal", no valen "ni los escaños ni los votos". "Se va a respetar la unidad de nuestro país", reiteró el jefe del Ejecutivo.
En todo caso, una vez más, se negó a hacer "elucubraciones". "En España se va a cumplir la ley", repitió una y otra vez sin aclarar su hoja de ruta contra Artur Mas en caso de que no cumpla las reglas de juego. Lo más que dijo es que, llegado el caso, el Gobierno volverá a presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional. "Iríamos al TC y punto. Esta operación no se va a producir", recalcó.
Antes, se abrirán las urnas en Cataluña, y Rajoy llamó a una masiva participación y avanzó que "si fuera posible construir una alternativa" frente al bloque separatista, él estaría conforme aunque incumpliera su promesa de dejar gobernar a la lista más votada. "Sería algo muy sensato y razonable", apuntaló, aunque sin mentar en ningún momento a Ciudadanos o el PSC.
"Conviene informar a la gente. Lo que se está diciendo es que la independencia a es la panacea, pero no es cierto", continuó Rajoy, para preguntarse "qué pasaría con las pensiones" y "las sedes de las entidades financieras" y recalcar que una Cataluña fuera de España ya no estaría “en la Unión Europea”.
Así, tal y como avanzó este diario, el presidente mantiene su estrategia en la recta final de la campaña. Simplificar mensajes. Por un lado, alertar de las consecuencias de una hipotética secesión que, según reiteró en Onda Cero, en ningún caso se va a producir. Y, por otro, insistir en la importancia de ir a las urnas. "Vaya usted a votar porque si no va a encontrarse con un Parlamento que no es el que usted quiere", aseveró.
Casi toda la entrevista estuvo centrada en el órdago secesionista. Rajoy apeló "al sentido común, a la sensatez, a la lógica" y, preguntado por el cara a cara entre José Manuel García-Margallo y Oriol Junqueras -que provocó un hondo malestar en importantes sectores del PP-, lo calificó de un debate "muy saludable". "Lo importante en una campaña es lo que diga el director de campaña, que ha dicho que le parece muy bien, que puede tener cosas positivas", arguyó, como si él no hubiera tenido nada que ver. El titular de Exteriores dijo esta misma semana que no habría aceptado sin el plácet del presidente.
Por último, Rajoy defendió la recogida de firmas en contra del Estatuto de Cataluña. "Después, los resultados del PP fueron los mejores de su historia en la comunidad", contestó.